No toda la oposición está de acuerdo en el diálogo, en tanto no se libere a los dirigentes, alcaldes y estudiantes capturados por razones políticas.
Tras dos meses de protestas antigubernamentales, el gobierno del presidente Nicolás Maduro y al menos una parte de la oposición han acordado sentarse a dialogar, acompañados de representantes de la Unasur y del Vaticano.
En la primera reunión “exploratoria” a puertas cerradas en el Palacio de Miraflores, participaron el presidente Maduro y su esposa, Cilia Flores; el vicepresidente Jorge Arreaza; el canciller Elías Jaua; y el alcalde Libertador, Jorge Rodríguez.
Por parte de la oposición estuvieron Ramón Guillermo Aveledo, Henri Falcón y Omar Barboza, además de los cancilleres de la Unasur.
Pero otros miembros de la oposición desistimaron la oferta de diálogo. Voluntad Popular dijo no poder participar en tanto no se libere a su dirigente Leopoldo López, se reinstaure a dos de sus alcaldes destuituidos y se libere a los presos políticos.
La esposa de López, Lilian Tintori dijo no creer el diálogo por ser un “show político”, mientras Henrique Capriles advirtió que aunque se dé un acercamiento, persistirán las protestas.
El próximo encuentro podría darse hoy o mañana, dependiendo de las discusiones internas. Aveledo dijo que la nueva reunión gobierno-oposición sería “pública ante Venezuela, el mundo. El marco del diálogo es la Constitución; el respeto a la Constitución por todos”.
Como puntos de la agenda de un diálogo, la MUD estableció como prioridad la discusión de una ley de amnistía para poner en libertad a más de un centenar de detenidos y la creación de una comisión de la verdad que esclarezca los hechos violentos en las manifestaciones.
"Aquí va haber justicia, no va haber impunidad, tengan la seguridad de eso (...) es la única forma que haya paz", dijo Maduro sobre la propuesta de amnistía en su programa radial.
El mandatario agregó que no habrá "ni negociación ni pacto" del modelo político de su gobierno socialista durante el diálogo. "Sería un traidor si me pongo a negociar la revolución (socialista del siglo XXI)", dijo.
Como facilitadores de la próxima reunión han sido designados los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; de Colombia, María Angela Holguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño, y un representante del Vaticano aún por definirse.
En la primera reunión “exploratoria” a puertas cerradas en el Palacio de Miraflores, participaron el presidente Maduro y su esposa, Cilia Flores; el vicepresidente Jorge Arreaza; el canciller Elías Jaua; y el alcalde Libertador, Jorge Rodríguez.
Por parte de la oposición estuvieron Ramón Guillermo Aveledo, Henri Falcón y Omar Barboza, además de los cancilleres de la Unasur.
Pero otros miembros de la oposición desistimaron la oferta de diálogo. Voluntad Popular dijo no poder participar en tanto no se libere a su dirigente Leopoldo López, se reinstaure a dos de sus alcaldes destuituidos y se libere a los presos políticos.
La esposa de López, Lilian Tintori dijo no creer el diálogo por ser un “show político”, mientras Henrique Capriles advirtió que aunque se dé un acercamiento, persistirán las protestas.
El próximo encuentro podría darse hoy o mañana, dependiendo de las discusiones internas. Aveledo dijo que la nueva reunión gobierno-oposición sería “pública ante Venezuela, el mundo. El marco del diálogo es la Constitución; el respeto a la Constitución por todos”.
Como puntos de la agenda de un diálogo, la MUD estableció como prioridad la discusión de una ley de amnistía para poner en libertad a más de un centenar de detenidos y la creación de una comisión de la verdad que esclarezca los hechos violentos en las manifestaciones.
"Aquí va haber justicia, no va haber impunidad, tengan la seguridad de eso (...) es la única forma que haya paz", dijo Maduro sobre la propuesta de amnistía en su programa radial.
El mandatario agregó que no habrá "ni negociación ni pacto" del modelo político de su gobierno socialista durante el diálogo. "Sería un traidor si me pongo a negociar la revolución (socialista del siglo XXI)", dijo.
Como facilitadores de la próxima reunión han sido designados los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; de Colombia, María Angela Holguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño, y un representante del Vaticano aún por definirse.