En el encuentro entre los presidentes de Uruguay, José Mujica y de Venezuela, Hugo Chávez, que se realiza en Montevideo y donde ambos mandatarios firmarán nuevos acuerdos, el “elefante en la sala” es precisamente uno de los acuerdos que ha conducido a muchos desacuerdos.
En marzo de 2006, cuando era presidente de Uruguay Tabaré Vázquez, la empresa uruguaya de casas prefabricadas Unión Metalúrgica Industrial del Sur S.A. (UMISSA), firmó un convenio con Venezuela en el marco del Fondo Bolívar-Artigas, suscripto previamente por Vázquez y Chávez.
El convenio establece que la compra de petróleo por parte de Uruguay a Venezuela, que por su parte se comprometía a importar productos uruguayos.
Sin embargo, el convenio para la exportación de más de 12.000 viviendas prefabricadas por unos $156 millones de dólares, fue cuestionado por la oposición venezolana que reclamó en una interpelación al ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en la Asamblea Nacional, por el incumplimiento. El gobierno venezolano sostuvo que exigirá el "cumplimiento estricto" del convenio.
"¿Dónde están las casas, señor ministro?", preguntó Julio Montoya, diputado del partido de oposición Un Nuevo Tiempo. “Se robaron esas casas. ¿Usted ha hecho algo para recuperar ese dinero o para que se construyan esas viviendas, señor ministro?” , y aseguró que Venezuela ya "pagó el 100% y las casas no se construyeron".
El gobierno del presidente Mujica no se ha involucrado en el diferendo, y sostiene que no le corresponde, ya que la empresa es la que debe responder.
Mientras tanto, UMISSA sostiene que el convenio está en marcha. También la empresa uruguaya señaló que desde 2005 pasaron ocho ministros en el Ministerio de Vivienda en Venezuela, lo que complicó el cumplimiento del contrato.
Los cuestionamientos en Venezuela surgen desde la oposición, debido a que el presidente Hugo Chávez decretó la emergencia habitacional en 2010 y prometió resolver el problema.