El Vaticano expresó la posibilidad de usar los “canales diplomáticos” en un intento por salvar la vida de una viuda iraní sentenciada a morir a pedradas por un caso de adulterio.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, calificó de “particularmente brutal” la forma de pena capital que intenta aplicarse a la “acusada”.
El portavoz dijo que la intervención del jefe de la iglesia católica en casos humanitarios ha ocurrido en el pasado, normalmente sin que trascienda públicamente.
El portavoz del Vaticano también reiteró que la iglesia católica generalmente se opone a la pena de muerte.
En una de las encíclicas del difunto papa Juan Pablo II, publicada en 1995, se expresa claramente la oposición de la iglesia a la pena capital.
Mientras tanto, el hijo de Sakineh Mohammadi Ashtiani y uno de sus abogados, revelaron los últimos cargos en contra de ella, 99 latigazos en prisión por “expandir la corrupción e indecencia” luego que un diario británico publicara una fotografía de ella sin usar el pañuelo para cubrir la cabeza.
La afirmación, que no pudo ser confirmada, está basada en informes de gente que recientemente salió de la prisión Tabriz, en el noroeste de Irán, donde Ashtiani está detenida desde hace cuatro años.