El idioma oficial del Vaticano y de la Iglesia católica está en desuso y el sumo Pontífice se ha propuesto darle nuevamente vigor en la liturgia.
El Papa Benedicto XVI creó por decreto una nueva academia para el estudio del latín con la intención de apuntalar la lengua oficial del Vaticano que ha sido además durante siglos el idioma litúrgico de la Iglesia católica.
En su decreto, el sumo Pontífice reconoce que el latín ha caído en desuso y que los actuales sacerdotes sólo adquieren un conocimiento “superficial” de esa lengua.
La nueva academia pontificia será la encargada de promover el idioma propagado en el mundo por el antiguo imperio romano y que forma parte de las raíces tradicionales del catolicismo.
Desde que asumió como Santo Padre en 2005, el Papa ha reintroducido el latín en las celebraciones del Vaticano.
Benedicto XVI levantó algunas restricciones puestas al uso del latín tras el Concilio Ecuménico Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII y que autorizó la liturgia en lenguas vernáculas.
En su decreto, el sumo Pontífice reconoce que el latín ha caído en desuso y que los actuales sacerdotes sólo adquieren un conocimiento “superficial” de esa lengua.
La nueva academia pontificia será la encargada de promover el idioma propagado en el mundo por el antiguo imperio romano y que forma parte de las raíces tradicionales del catolicismo.
Desde que asumió como Santo Padre en 2005, el Papa ha reintroducido el latín en las celebraciones del Vaticano.
Benedicto XVI levantó algunas restricciones puestas al uso del latín tras el Concilio Ecuménico Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII y que autorizó la liturgia en lenguas vernáculas.