Con un ingreso mínimo mensual que no llega a los 10 dólares, muchos trabajadores públicos en Venezuela a duras penas podrán celebrar la Navidad. Ni el adelanto de la prima decembrina, determinado por el presidente Nicolás Maduro, alivia las carencias de este sector.
Elizabeth Guerrero es una docente de 62 años que trabajó durante más de treinta años para recibir su jubilación y poder tener con ese ingreso una vejez tranquila. Sin embargo, con un salario mensual de 9 dólares, su sueño ha sido frustrado y a su edad, se vio obligada a buscar trabajo. Como pensionada y empacadora de bolsas en un supermercado, asegura que no puede celebrar en esta época decembrina.
“Creo que no nos estamos preparando para nada, porque este sueldo miserable, ese aumento pírrico que dieron ¿cómo podemos sobrevivir? ¿cómo vamos a tener unas alegres Navidades cuando no tenemos ni siquiera para comprar medicinas? ¿Cómo sobrevivo? ¿Cómo puedo tener una feliz Navidad? Yo voy a reírme como Santa Claus, jajaja, no tenemos Navidad”, comenta a la Voz de América Guerrero.
¿Cómo puedo tener una feliz Navidad? Yo voy a reírme como Santa Claus, jajaja, no tenemos Navidad”Elizabeth Guerrero, pensionada y empacadora
Como un recuerdo triste de una historia alegre se refiere a esta época la presidenta del colegio de enfermeras del país, Ana Rosario Contreras, representante de los trabajadores del sector salud. “Porque hoy la época decembrina quizás para muchos es luces, quizás para un grupo privilegiado hay comida, pero para más del 80% de la población que estamos en extrema pobreza, es tristeza y angustia no tener cómo darle a nuestros hijos lo que estábamos acostumbrados”, señala Contreras.
Raquel Figueroa, otra consultada, señala que, ante lo que cataloga como la pulverización del salario, muchos trabajadores estas navidades no podrán acceder a las tradiciones de la época. “Indudablemente en estas navidades no vamos a tener en nuestras mesas la tradicional hallaca, es difícil acceder al plato navideño, pero también vamos a celebrarlo con un gran sufrimiento porque la gran mayoría de nuestros familiares están afuera de Venezuela”, apunta.
Venezuela entró en noviembre en su cuarto año de hiperinflación y, a pesar de que la inflación ha marcado un dígito en ocasiones este año, existe una brecha entre los sueldos del sector privado y público.
También lea "Estabilización en el foso": proyectan crecimiento económico de 4% en VenezuelaSegún el Índice de Remuneración de los Trabajadores (IRT) del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), para enero, el sector privado tenía una remuneración mensual de 70 dólares, mientras que el sector público apenas 4,7 dólares.
Entre tanto, Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Pensionados y Jubilados de la Región Capital, explica que los jubilados y pensionados venezolanos han tenido que vender sus enseres, comida en la calle, o en algunos casos, depender de lo que envían familiares en el exterior, para poder “sobrevivir”. “Ya no tenemos casi electrodomésticos porque los hemos vendido”, afirma.
Ante lo que considera “salarios de hambre”, hace un llamado a las organizaciones sindicales: “Que se pongan al frente de esta lucha, que tenemos que protestar y exigir un salario que realmente sea suficiente y digno como lo dice el artículo 104 de la Constitución”.
Para contrarrestar la situación, por tercer año consecutivo, recientemente Nicolás Maduro “adelantó” la Navidad repartiendo bonos y bolsas de alimentos subsidiadas a portadores del llamado "carnet de la patria", al tiempo que prometió un aumento del salario mínimo.
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