La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) pidió a Argentina que se sume a la invocación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Venezuela para frenar las detenciones "arbitrarias" y las "violaciones" de derechos humanos en el país.
"Los avances que se pueden producir deben estar vinculados a una presión enérgica por parte de la comunidad internacional a través de la Carta Democrática", afirmó en Buenos Aires, José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW
Separadamente en un informe titulado "Disidentes denuncian torturas y confesiones forzadas", Vivanco denunció la "gravedad" de las violaciones de derechos humanos que se cometen, la "sistematicidad" con que los agentes del Estado venezolano incurren en ataques "brutales", y la ausencia de un poder judicial independiente que sea capaz de "prevenir y sancionar" los abusos.
El director para las Américas de HRW, señaló que el documento fue construido a partir de testimonios de familiares, abogados y víctimas.
Afirmó que desde el mes de mayo se han producido 21 detenciones "arbitrarias" de dirigentes opositores por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Guardia Nacional Bolivariana.
Esas personas fueron acusadas de planificar, instigar o haber participado en acciones violentas contra el gobierno. La mayoría dice haber sido torturada o sufrido otros abusos bajo custodia, "y en varios casos aunque el Ministerio Público no presentó evidencias creíbles que vincularan a los acusados con delitos concretos, fueron imputados igualmente por la justicia", dice el documento.
Según Vivanco, nueve de los detenidos continúan en cárceles de máxima seguridad en situación de "indefensión total" y quienes sí han sido liberados permanecen "vinculados" a una investigación penal.
"El gobierno de Maduro habla sobre diálogo en el exterior, mientras que en su propio país reprime la disidencia política", dijo el director de Human Rights Watch.
"A menos que se ejerza una enérgica presión regional, el gobierno venezolano seguirá creyendo que puede continuar castigando brutal y autoritariamente la disidencia, sin que haya ningún tipo de consecuencias", agregó.
El informe de HRW destaca que los abusos físicos denunciados por los detenidos podrían constituir tortura, incluidas violentas golpizas, descargas eléctricas y amenazas de violación sexual o muerte.
"Los patrones de maltrato que reciben son coincidentes con casos que Human Rights Watch ha documentado en los últimos dos años en Venezuela", indica el documento.
En otra parte del detallado informe caso por caso, HRW denuncia el despido arbitrario de decenas de trabajadores del Sistema Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, así como cientos de otros empleados públicos que apoyaron el referendo revocatorio sobre la presidencia de Maduro.
"Si Maduro pretende suspender el proceso de Carta Democrática que ya se ha iniciado, deberá demostrar resultados concretos y que su gobierno está terminando con las prácticas abusivas", destacó Vivanco.
"Como parte de cualquier diálogo genuino, los Estados Miembros de la OEA deberían presionar a Venezuela para que desista de encarcelar a sus críticos y termine con la represión de la disidencia", concluyó el director para las Américas de Human Rights Watch.