El presidente Nicolás Maduro está usando al gigante energético ruso Rosneft para canalizar el flujo de efectivo de las ventas de petróleo de Venezuela, para evadir sanciones con las que Estados Unidos busca sacarlo del poder, según fuentes y documentos revisados por Reuters.
Las ventas son la última señal de la creciente dependencia del gobierno de Venezuela de Rusia, en momentos en que Estados Unidos presiona financieramente a la administración de Maduro, a quien describe como un dictador.
Bajo el sistema descubierto por Reuters, la petrolera estatal venezolana PDVSA comenzó a pasar las facturas de sus ventas de petróleo a Rosneft.
El gigante ruso de la energía paga a PDVSA inmediatamente con un descuento sobre el precio de venta -evitando el plazo habitual de 30 a 90 días para completar las transacciones- y cobra el monto total más tarde al comprador, según los documentos y las fuentes.