El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó hacer una revisión “integral” de las relaciones con Guyana, tras denunciar un plan para crear un conflicto con los países del Caribe a raíz de un diferendo limítrofe.
"Todo forma parte de un plan de provocación que cuenta con el apoyo decidido, financiamiento de transnacionales petroleras, de la Exxon Mobil, y de importantes lobby de poder en Washington y en agencias del poder estadounidense, incluyendo el Pentágono", señaló el mandatario.
El diferendo estalló el 27 de mayo, cuando el gobierno venezolano emitió un decreto en el que se atribuye el derecho sobre aguas del Caribe, incluyendo una zona donde la estadounidense Exxon Mobil reportó un importante hallazgo de petróleo, tras una concesión offshore realizada por Georgetown, ubicada a 200 km de sus costas.
Esa delimitación es rechazada por Guyana -una ex colonia británica e independiente desde 1966- y también por Colombia, que igualmente protestó por el decreto. No obstante el decreto también podría afectar los intereses de Francia, Holanda y Surinam.
Maduró llamó a consultas a su embajadora en Guyana y ordenó reducir “el tamaño y nivel” de la embajada venezolana en ese país.
El mandatario pidió el apoyo "de todo el país" para "poner las cosas en su lugar" con Guyana, sobre la disputa por el denominado Esequibo, un territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados —rico en oro, bauxita, diamantes, maderas y petróleo— que incluye también el área marítima y que Venezuela reclama como suyo desde 1897.