Las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro continuaron el fin de semana en Venezuela y con ellas las muertes violentas de manifestantes.
La más reciente víctima fue César Pereira, activista de Voluntad Popular, de 21 años, quien recibió dos impactos de proyectil en el abdomen durante una protesta en la localidad de Lechería, en el estado Anzoátegui, al noreste del país.
El joven fue recogido aún con vida por otros manifestantes y llevado a un centro asistencial, donde falleció el domingo por la mañana.
El líder opositor y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles atribuyó la muerte del joven a la “enferma ambición” del presidente Maduro.
“¡Otro joven asesinado ahora en Anzoátegui! ¡Todos los muertos por enferma ambición de Maduro y su narco corrupta cúpula! ¡Justicia clama Venezuela!”, escribió Capriles en Twitter.
Astrid Silvestri, miembro regional de Voluntad Popular Anzoátegui dijo también que el joven muerto era “Un joven luchador incansable de #LaMejorVzla. Hoy la familia de @VPAnzoategui llora tu muerte prematura en manos del régimen”.
Desde que empezaron las protestas antigubernamentales a fines de marzo, miles de opositores se enfrentan a las fuerzas de seguridad, casi a diario, en batallas entre camiones hidrantes y contingentes antimotines con bombas lacrimógenas y manifestantes portando escudos de madera, resorteras y antiácido en la cara para mitigar los efectos de los gases.
El gobierno socialista de Maduro asegura que las protestas —en las que han fallecido al menos 58 personas— sólo buscan desbancarlo. Sin embargo, la oposición, que acusa a Maduro de haberse convertido en un "dictador", sostiene que su salida es la única forma de acabar con la crisis política y económica en que está sumida la nación petrolera.