De Venezuela, sigue saliendo gente para no volver en el futuro inmediato, pero no tanta como antes, asegura la docente universitaria e investigadora de asuntos migratorios, Ligia Bolívar. ¿Se debe al “rebote económico? Ella opina que no.
“La migración no es infinita” en ninguna nación, dice la especialista a la Voz de América, dando cuenta de cómo la diáspora venezolana se ha “desacelerado” en los últimos meses.
“Sigue siendo un fenómeno muy considerable. Nadie espera que los países se queden absolutamente vacíos. Va a llegar un punto donde la curva ascendente comience a descender, pero que no quiere decir que va a desaparecer” del todo, apunta.
“Ese supuesto rebote económico no va a incidir en que las personas se queden”Ligia Bolívar, investigadora y docente
La Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, conocida como R4V, calcula que existen 6,6 millones de personas en otra nación de destino o en comunidades anfitrionas. Otro medio millón iría en tránsito, detallan, por lo que la migración venezolana superaría los 7 millones de hombres, mujeres, niños y ancianos.
La elección de nuevas rutas para los venezolanos migrantes es una prueba de que su movilización no se frena, advierte Bolívar. El Tapón del Darién es el paso tan peligroso como de moda en los tiempos corrientes. Según el gobierno panameño, 44.000 de 71.000 migrantes que han cruzado esa vía selvática este año son venezolanos, 63,28% del total.
También lea Los 10 peligros de cruzar el Darién, el “infierno verde” de las AméricasLa desaceleración que han notado especialistas como Bolívar, mencionada en la prestigiosa lista de los 10.000 mejores investigadores del mundo, la AD Scientific Index de la Clasificación Mundial de Científicos y Universidades, coincide con lo que analistas han identificado como “un pequeño rebote económico” en Venezuela, un país que vivió la caída de 80 puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto entre 2013 y 2021.
“Todo parece indicar que la contracción económica que experimentó el país desde 2013 llegó a su fin a mediados de 2021”, indica en entrevista con la VOA el economista y profesor de la Universidad Metropolitana de Venezuela, Hermes Pérez.
Una amplia lista de modificaciones económicas, sumada a la “resiliencia” de consumidores y empresarios del país, explican el “mayor dinamismo de las finanzas nacionales, subraya.
Entre ellos, menciona a la creciente dolarización de las transacciones cotidianas; la liberalización de facto de los precios de bienes, productos y servicios; y la flexibilización cambiaria, que comenzó con la derogación de una ley de ilícitos de esa estirpe.
“La contracción económica que experimentó el país desde 2013 llegó a su fin en 2021”Hermes Pérez, economista
Ese llamado “rebote” se nutre además de la mejora de los ingresos petroleros, que pasarían de 6.000 millones de dólares a $17.000 millones este año, según cifras extraoficiales. Otro punto a favor de la economía local ha sido el incremento en las remesas por las mejoras en las condiciones laborales en el mundo, donde se encuentran millones de venezolanos, dice.
“Según la Universidad Católica Andrés Bello, las remesas ascenderían a 2,3 mil millones de dólares en 2021 y 3,5 mil millones de dólares en 2022, lo que significaría un alza de 21% con respecto a 2020 (USD 1,9 mil millones) y 52% en 2022”, precisa Pérez.
Mejora sin incidencia
El economista advierte que la leve mejoría de Venezuela “se vería limitada” por las fallas de los servicios públicos, en particular del servicio eléctrico, así como por la antigüedad del parque automotor local para transporte de mercancías y la pérdida de capital humano.
Bolívar, por su parte, hace un diagnóstico similar. ¿Cómo puede disminuir considerablemente la migración venezolana si el país sigue adoleciendo de servicios públicos funcionales o no brinda la suficiente seguridad personal?
“¿Acaso ese rebote económico se manifiesta en una mejora de los hospitales, de los servicios públicos? ¿La gente ya tiene agua regularmente, tiene electricidad todos los días, la seguridad social funciona? ¿Cuándo un enfermo de cáncer va a buscar sus medicamentos en el seguro social se los entregan? Nada eso ha cambiado”, pregunta y se contesta.
Las deficiencias en salud, alimentación, ingresos económicos y la violencia personal son las cuatro principales razones para migrar que comentan los venezolanos al salir de su país, según la Organización Internacional de Migraciones, puntualiza Bolívar, quien opina que el rebote económico solo beneficia a quienes están en una situación privilegiada.
“Ninguno de esos cuatro temas ha mejorado. Entonces, ese supuesto rebote económico no va a incidir en que las personas se queden. El que tiene planes de irse, se va”, remarca.
La semana pasada, la nutricionista especializada en gestión de la seguridad alimentaria en emergencia y riesgos de desastres, Susana Raffalli, aseguró que el retardo de crecimiento en los niños venezolanos de cero a 5 años aumentó de 11% a 35% en el último año.
Bolívar, por su lado, también menciona la necesidad de reunificación familiar que prevalece en este momento para el migrante que se marchó hace tiempo. “Los primeros que se fueron, salieron solos y están esperando que sus familiares se les unan. No es una migración masiva, como la que vimos en 2017 o 2018, pero sí va a continuar”, concluye.
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