“Se aceptan dólares en efectivo, vía Zelle, o bolívares al cambio del día”, es lo que detallan los vendedores en muchos comercios de Venezuela cuando un consumidor pregunta por el método de pago.
En medio de la hiperinflación y las dificultades de pagar en bolívares en efectivo son pocos los comercios que no aceptan moneda extranjera.
“Ha ocurrido en otras economías que sufren hiperinflación porque básicamente la única manera de operar en un ambiente donde los precios de la moneda local cambian prácticamente día a día es tener una referencia estable en el tiempo, sino es muy difícil operar” explica a la Voz de América el analista financiero Henkel García.
Es especialista sostiene que las sociedades siempre van a buscar una manera de sobrevivir y “la situación ha llevado al venezolano a buscar una solución” a través del uso del dólar.
García afirma que el fenómeno tuvo un “brinco cuántico” a raíz de los apagones que empezaron a registrarse en marzo, pues ante la imposibilidad de efectuar transacciones electrónicas o pagar con bolívares en efectivo, empezó a fluir el pago en dólares.
Actualmente desde un puesto callejero de empanadas hasta tiendas con artículos importados transan en dólares en Venezuela, donde la inflación acumulada hasta septiembre se sitúa en 3.326%, de acuerdo a la más reciente información de la Comisión de Finanzas del Parlamento.
Sin embargo, de acuerdo a los expertos consultados por la Voz de América, es difícilmedir la cantidad y la procedencia de los dólares en efectivo que circulan en Venezuela porque viene de múltiples vías, “legales e ilegales”.
Emprendimiento en medio de la coyuntura
Meses atrás, como consecuencia de los controles de precio, Venezuela registró una dramática escasez que derivó en un mercado negro de alimentos y productos de higiene personal. Actualmente están en el mercado, pero no todos pueden pagarlos.
Buscando cubrir las necesidades de una parte de la población, surgieron múltiples alternativas a través de negocios que cada vez tienen mayor auge.
En todo el país han surgido tiendas conocidas como “bodegones”, dedicadas a vender productos importados mayormente de Estados Unidos y España, que varían entre alimentos, pañales, productos de limpieza e higiene personal y juguetes. Ya los precios están marcados en dólares.
Andrea es propietaria de uno de los cinco bodegones que se encuentran en un centro comercial del este de Caracas. Relata que decidió emprender en este negocio luego de haber visto buenos resultados vendiendo snacks y golosinas importadas a madres que no encontraban alternativas para la merienda de sus hijos.
Comenta a la Voz de América que el proceso de importar los productos es más fluido que en el pasado y detalla que “el 99.9% de las personas” que acuden a su negocio pagan con divisas.
“El 1% es el que me pregunta si tenemos punto para pagar, nadie te paga en bolívares en efectivo, eso no existe, todo es en dólares, por Zelle, efectivo, transferencia, o cualquier forma pero en divisas, no en bolívares” explica Andrea.
Pero a pesar de ser un negocio lucrativo, a la hora de dar cambio se vuelve un dolor de cabeza e incluso se pierden posibilidades de ventas por no tener modo de continuar con la transacción.
“Yo tengo clientes que me vienen con billetes de 100 dólares para comprarme 3 dólares. Esos billetes de 1 dólar, de 5 dólares que nadie quería yo los amo, prefiero que todo me lo paguen así porque no hay. Todo lo que está circulando son billetes viejos, muchos están utilizando los ahorros que tenían guardados” comenta Andrea mientras sonríe al recordar las anécdotas que ha tenido con muchos clientes a la hora de entregarles el cambio en su tienda.
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A diferencia de otros países, la coyuntura ha propiciado que en ocasiones en Venezuela los productos importados resulten más económicos que los producidos en el país.
“Aquí los clientes comparan la pasta italiana que vendemos con la pasta nacional y terminan llevándose dos o tres paquetes. Esto lo estamos trayendo, pagamos flete y aún así sale más económico” comenta Andrea desde el mostrador de su bodegón.
El economista Miguel Velarde expone que “lo poco que se produce” en el país requiere de insumos importados.
“Cualquier cosa que se produzca y se venda en Venezuela está asumiendo en este precio no solo el costo que es lo normal de la producción y de alguna ganancia, sino que se está incluyendo en el precio lo que la gente cree que le va a costar produciren el futuro y esos costos se incrementan de manera exponencial en un país hiperinflacionario” explica Velarde.
El experto financiero Henkel García detalla que por los momentos “el dólar compra muy poco adentro y mucho afuera” pero estima que es una situación circunstancial “que se va a normalizar”, pues tiene relación con la “restricción monetaria” actual.
En varias ocasiones el gobierno en disputa ha denunciado una presunta “guerra económica” y asegura trabajar para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos. Recientemente anunció un incremento de sueldo, que llevó el salario mínimo a 150.000 bolívares soberanos, unos 6,35 dólares al cambio oficial.