Los líderes de la oposición venezolana que critican la estrategia del presidente interino Juan Guaidó sobre las elecciones parlamentarias de diciembre actúan con base en sus cálculos políticos del escenario posterior a las votaciones de diciembre, según analistas.
Guaidó llamó hace una semana a un “gran pacto unitario” de los opositores del gobierno en disputa de Nicolás Maduro para “salvar a Venezuela” de los resultados de las elecciones parlamentarias, convocadas para el 6 de diciembre bajo auspicio del chavismo y que 27 partidos políticos han calificado de fraude.
De antemano, propuso organizar “un mecanismo nacional e internacional de participación masiva ciudadana” donde los venezolanos expresen su voluntad sobre qué hacer ante la inminente votación de finales de año.
La oposición venezolana encara el desafío de la culminación, en enero de 2021, del período constitucional de funciones del Parlamento, patrocinador institucional de la presidencia interina de Guaidó desde inicios de 2019.
El fin de semana, un encuentro de Guaidó con María Corina Machado, de Vente Venezuela, derivó en una polémica pública sobre las diferencias entre ambos.
Machado desestimó la idea de una consulta popular en una carta a Guaidó, que divulgó. “El país tiene muy claro que enfrentamos un régimen criminal, ya no hay más nada que consultar. También tiene muy claro que estos criminales no salen con votos”, expresó la exdiputada en su publicación.
Guaidó insistió horas luego en su llamado unitario. “Unidad en torno a los poderes legítimos, aunado al respaldo del Pueblo y de la comunidad internacional. No hay otra ruta. Mi deber es construir esa unidad para salir de la dictadura. Quien crea que puede lograrlo solo o legitimando un fraude, ayuda a Maduro”, escribió en Twitter.
La reunión con Machado ocurrió días luego que Henrique Capriles Radonski, de Primero Justicia y excandidato presidencial, se alejara del pacto que convoca Guaidó al opinar que hay que participar en las elecciones legislativas.
“Tenemos que poner los pies sobre la tierra y no seguir alimentando fantasías”, dijo Capriles en sus redes sociales, expresamente crítico con la gestión de Guaidó.
María Alexandra Semprún, politóloga y profesora de la Universidad Rafael Urdaneta, opina que tanto Capriles como Machado “juegan a futuro” en unas elecciones que aún no se encuentran en el horizonte político venezolano.
A su entender, las palabras de Machado a Guaidó son más “radicales”, apuntando a los ciudadanos que, agotados, urgen por un cambio inmediato.
Capriles, por el contrario, dice, apunta más al consenso y a la institucionalidad, sin abandonar su criticismo a las acciones o inacciones del gobierno interino.
“Sea cual sea el camino que tome la oposición, Machado será, como siempre, disidente, pero está reconociendo implícitamente que quien tiene poder de acción es Guaido, al menos durante esos 120 días” antes de las legislativas, opina, en conversación con la Voz de América.
El dirigente de Primero Justicia, acota Semprún, “sigue apostando a futuro”. A su juicio, habrá una abstención “sin precedentes” en las parlamentarias y, ante ese escenario, líderes como Capriles abonan sus chances para el día después.
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James Story, encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, advirtió en una entrevista con el medio El Diario, publicada el domingo, que el madurismo desea dividir a la oposición para eclipsar las acusaciones de fraude.
Sin mencionar a dirigentes opositores específicos, Story opinó: “Hay personas que piensan que ellos pueden salir de las cenizas si hacen autoataques a la oposición democrática. Es el momento de unir esfuerzos”.
“Resta y divide”
Juan Manuel Track, politólogo de la Universidad Católica Andrés Bello, percibe que Guaidó busca recomponer a la oposición tras un lapso de “altos y bajos”.
“Es un esfuerzo del grupo de Guaidó por recoger algunos vidrios rotos de lo que ha sido el último año y medio. Esa unidad se ha ido fragmentando”, diagnostica en conversación con la VOA.
Track puntualiza que existe un reclamo “abierto y latente” sobre el proceso de toma de decisiones del gobierno interino en Venezuela.
Distingue, además, que el pacto unitario ha sido “prefabricado” mediante un cuestionario remitido a los partidos, que no contempla el debate de si se debe o no participar en las votaciones.
“Es un pacto que viene con un plomo en el ala. Se ha hecho en el marco de una estrategia comunicacional bastante sectaria: ‘estás conmigo o ayudas al gobierno de Maduro’. Hay una posición de arrogancia que resta y divide”, dice.
Jesús Castillo Molleda, experto en ciencias políticas y sondeos de opinión pública, considera que tanto Capriles como Machado actúan a consecuencia de sus evaluaciones sobre la pérdida de liderazgo de Guaidó en los últimos meses.
La erosión de popularidad y aprobación popular que nota Castillo Molleda la atribuye al incumplimiento de las promesas originales del gobierno interino: cese de la usurpación de Maduro, gobierno de transición y elecciones libres.
“Los opositores hoy se sienten huérfanos. Están decepcionados, porque les pusieron el anillo [de compromiso], pero notan que, 18 meses después, su novio no ha comprado ni un horno microondas para el hogar”, expone a la VOA.
También lea Entre dudas técnicas, miles de trabajadores de salud en Venezuela esperan bono ofrecido por GuaidóAnticipa que Capriles busca conquistar al electorado opositor al que no le disgusta la idea de participar en los comicios de diciembre para fortalecer un movimiento político de cara a la eventual elección de gobernadores y alcaldes.
Veintisiete partidos de la oposición declararon hace semanas que no participarían en un fraude. Los obispos de la Iglesia católica venezolana criticaron la postura al argumentar que la abstención “no basta sola”.
Castillo Molleda destaca que Capriles estuvo ausente de la vida política desde 2013, cuando dijo haber perdido la Presidencia por un fraude del chavismo.
“Lo que está pasando dentro de la oposición es tan grave que, después de siete años, un actor que estaba guardado sale a la luz pública. Sale un dirigente opositor ‘viejo’ a intentar hacer algo que el nuevo no hizo”, evalúa.
Castillo Molleda se dice convencido de que las elecciones parlamentarias generarán lo que llama “una nueva geopolítica de la oposición” venezolana.
Track difiere. Cree que al “ecosistema opositor” lo define no tanto las divisiones opositoras, sino esencialmente las medidas judiciales del chavismo que han intervenido el sistema de partidos desde hace cinco años.