Desde este martes hasta el viernes, cuando asuma oficialmente la presidencia Nicolás Maduro se esperan una serie de manifestaciones en Caracas y al interior del país.
Los violentos enfrentamientos en protesta por la acreditación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela dejaron 7 personas muertas y 135 detenidos, en lo que se suponía iba a ser una manifestación pacífica acompañada del ruido de las cacerolas.
Estados Unidos reaccionó a las manifestaciones en la nación suramericana por conducto de Patrick Ventrell, vocero del Departamento de Estado, quien dijo que “no hay lugar para la violencia en un proceso electoral democrático”, pero precisó que Washington tiene sus preocupaciones respecto a lo sucedido en Venezuela.
El portavoz reiteró que EE.UU. está preparado para trabajar con cualquier gobierno electo pero que sostiene en este momento consultas con la OEA, la Unión Europea y otras naciones vecinas del hemisferio.
“El escenario es que tenemos un país profundamente dividido, violentamente dividido en dos partes, de manera que pensamos que es importante solucionar algunas de esas preocupaciones y vamos a consultaras con nuestros socios”, indicó.
El “cacerolazo” tuvo lugar el lunes por la tarde y noche, cuando miles de personas se lanzaron a las calles y al grito de "¡Fraude!" cerraron vías, quemaron llantas, se enfrentaron a la policía y sonaron utensilios de cocina exigiendo el recuento pedido por el líder de la oposición, Henrique Capriles.
Capriles, gobernador de Miranda, demanda el recuento total de los votos en la elección que según el Consejo Nacional Electoral, perdió por 235.000 votos.
En Montalbán, Caricuao, Santa Mónica, Coche, El Valle, La Pastora, Catia, La Candelaria, Macaracuay, Petare, Los Chaguaramos, La California, Plaza Venezuela, y otros sectores de la capital caraqueña, se escuchó el ruido de los cacerolas.
Desde temprano, grupos de opositores se concentraron en la autopista Francisco Fajardo, a la altura del distribuidor Altamira, en Caracas, y la Guardia Nacional intentó dispersarlos con gases lacrimógenos y perdigonazos, mientras fueron movilizadas tanquetas a la avenida Libertador, según informó el diario El Universal.
De acuerdo con la fuente, la ciudad fue militarizada mientras se llevaba a cabo el acto de proclamación presidencial de Maduro en el Consejo Nacional Electoral (CNE), en tanto que en Guatire, en el estado de Miranda, se reportaban disturbios de rechazo a los resultados de los comicios difundidos por las autoridades.
De acuerdo a la prensa estatal, dos de las víctimas murieron atacados por la oposición cuando celebraban la victoria de Maduro en un barrio de clase media en Caracas. Dos policías habrían muerto en otra localidad andina de Táchira y otro más en Maracaibo.
Los videos, como el que acompaña esta nota, muestran a policías disparando con fusiles y lanzando gases lacrimógenos a los manifestantes.
Reacccionando ante los cientos de manifestantes que salieron el lunes a las calles, Capriles reiteró que "este es el momento de la razón, la emoción tenemos que controlarla".
Medios de prensa en Barquisimeto, capital del estado de Lara, informaron también de al menos 10 heridos tras una protesta frente a la sede del CNE cuando efectivos de la Guardia Nacional arremetieron contra los manifestantes. También se reportó que seguidores de Capriles se concentraron cerca del CNE en Maracay (Aragua) para exigir un recuento de votos.
Estados Unidos reaccionó a las manifestaciones en la nación suramericana por conducto de Patrick Ventrell, vocero del Departamento de Estado, quien dijo que “no hay lugar para la violencia en un proceso electoral democrático”, pero precisó que Washington tiene sus preocupaciones respecto a lo sucedido en Venezuela.
El portavoz reiteró que EE.UU. está preparado para trabajar con cualquier gobierno electo pero que sostiene en este momento consultas con la OEA, la Unión Europea y otras naciones vecinas del hemisferio.
“El escenario es que tenemos un país profundamente dividido, violentamente dividido en dos partes, de manera que pensamos que es importante solucionar algunas de esas preocupaciones y vamos a consultaras con nuestros socios”, indicó.
El “cacerolazo” tuvo lugar el lunes por la tarde y noche, cuando miles de personas se lanzaron a las calles y al grito de "¡Fraude!" cerraron vías, quemaron llantas, se enfrentaron a la policía y sonaron utensilios de cocina exigiendo el recuento pedido por el líder de la oposición, Henrique Capriles.
Capriles, gobernador de Miranda, demanda el recuento total de los votos en la elección que según el Consejo Nacional Electoral, perdió por 235.000 votos.
En Montalbán, Caricuao, Santa Mónica, Coche, El Valle, La Pastora, Catia, La Candelaria, Macaracuay, Petare, Los Chaguaramos, La California, Plaza Venezuela, y otros sectores de la capital caraqueña, se escuchó el ruido de los cacerolas.
Desde temprano, grupos de opositores se concentraron en la autopista Francisco Fajardo, a la altura del distribuidor Altamira, en Caracas, y la Guardia Nacional intentó dispersarlos con gases lacrimógenos y perdigonazos, mientras fueron movilizadas tanquetas a la avenida Libertador, según informó el diario El Universal.
De acuerdo con la fuente, la ciudad fue militarizada mientras se llevaba a cabo el acto de proclamación presidencial de Maduro en el Consejo Nacional Electoral (CNE), en tanto que en Guatire, en el estado de Miranda, se reportaban disturbios de rechazo a los resultados de los comicios difundidos por las autoridades.
De acuerdo a la prensa estatal, dos de las víctimas murieron atacados por la oposición cuando celebraban la victoria de Maduro en un barrio de clase media en Caracas. Dos policías habrían muerto en otra localidad andina de Táchira y otro más en Maracaibo.
Los videos, como el que acompaña esta nota, muestran a policías disparando con fusiles y lanzando gases lacrimógenos a los manifestantes.
Reacccionando ante los cientos de manifestantes que salieron el lunes a las calles, Capriles reiteró que "este es el momento de la razón, la emoción tenemos que controlarla".
Medios de prensa en Barquisimeto, capital del estado de Lara, informaron también de al menos 10 heridos tras una protesta frente a la sede del CNE cuando efectivos de la Guardia Nacional arremetieron contra los manifestantes. También se reportó que seguidores de Capriles se concentraron cerca del CNE en Maracay (Aragua) para exigir un recuento de votos.