Los sueños de un ‘maracucho’ que lo llevarían al Congreso de la Florida

Your browser doesn’t support HTML5

Los sueños de un ‘maracucho’ que lo llevarían al Congreso de la Florida

Desde su llegada a Estados Unidos, hace 10 años, y como él mismo dice “sin siquiera hablar inglés”, Samuel Vilchez no se imaginaba que su esfuerzo lo llevaría a la carrera política… y ahora, quizás a ser representante en el Congreso estatal de Florida. De ganar la curul, sería el primer venezolano en ostentar este lugar.

“Mi familia es asilada política de Venezuela, comenta Samuel, y cuando llegué aquí no sabía hablar nada de inglés; sin embargo, con el apoyo de mi comunidad pude salir adelante”.

El día a día de Samuel, puede decirse que es igual a la de cualquier chico de 23 años; pero con la diferencia de que, en su agenda diaria, está ir a tocar puertas de sus vecinos, repartir flyers y conversar con la gente sobre sus propuestas. Graduado con honores en la escuela secundaria, “con las notas más altas de la escuela en 60 años” pudo abonar el terreno para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Princeton. “Siempre he estado involucrado con la comunidad, no sólo como líder juvenil sino como estratega político”.

Samuel Vilchez nos cuenta que ha participado como asesor de campañas políticas, como es el caso de Johanna López, quien se convirtió en la primera hispana integrante de la junta escolar del condado de Orange en Florida. Sus actividades voluntarias le hicieron merecedor del Premio al Servicio otorgado por el expresidente Barack Obama y actualmente es el gerente estatal de la ONG All Voting is local que promueve los derechos de los votantes.

Economía y derechos civiles

En su corta, aunque muy intensa carrera política, Samuel se ha decidido por ayudar a mejorar las condiciones de vida de la comunidad en la que habita. Entre sus propuestas bandera, destaca mejorar los sueldos de la clase trabajadora, expandir los programas de salud a través del conocido ObamaCare y crear mayores fondos para las escuelas para que puedan financiar y ayudar a estudiantes extranjeros. De hecho, propone pasar una ley para permitirle a los estudiantes que están aprendiendo inglés, que puedan tomar ciertos exámenes en su idioma natal. “Por ejemplo, si un estudiante acaba de llegar de Venezuela, pueda tomar el examen estatal de matemáticas en español porque lo importante es asegurarnos de que se está evaluando que el estudiante sabe matemáticas y no inglés”, comenta Vilchez.

Samuel nos cuenta que una vez que la persona titular del cargo por el que opta en este momento decidió postularse a otra posición, sus mismos vecinos le propusieron que se lanzara al ruedo. “La razón por la cual yo me estoy postulando para esta posición es porque tengo el apoyo de mi comunidad y porque pienso que es momento de tener líderes que no le tengan miedo a tomar acciones determinantes porque con esto de la pandemia y la crisis que estamos viviendo social y económicamente en este país, necesitamos líderes que no tengan miedo de luchar por nuestras comunidades”.

Ver la entrevista completa aquí.

Your browser doesn’t support HTML5

Los sueños de un ‘maracucho’ que lo llevarían al Congreso de la Florida

Venezuela en el norte

Si bien el cargo como representante del congreso de Florida tiene alcance estatal, Samuel Vilchez piensa en la comunidad venezolana que, al igual que la mayoría de los inmigrantes, encaran numerosas trabas en su día a día. Para protegerlos, dice que se asegurará de que no entre en vigencia ninguna ley que amedrente a los inmigrantes. “Hace dos años, en la legislatura del estado se pasó una ley, la SB-168 que les permite a los policías parar en la calle a cualquier persona, simplemente por cómo se ve. Si tú te ves hispano, quizás te paren. Yo estoy en contra de toda ley que intente discriminar a nuestra comunidad hispana”.

Y una propuesta dirigida específicamente a los venezolanos… “utilizar esta plataforma para seguir avanzando en la agenda del TPS y evitar que cualquier venezolano sea deportado al régimen de Maduro”.

En su mensaje final, este joven de sangre caliente, propia de su natal Maracaibo, desea que su experiencia sirva de ejemplo para su generación que intenta abrirse camino en un país que no es el suyo. “Mi historia demuestra que sí se puede. Yo llegué aquí sin saber hablar inglés. Mi mamá trabajaba en un McDonald’s siendo dentista en Venezuela, mi papá trabajó manejando carros siendo ingeniero en computación y lo que hemos demostrado en estos 10 años es que sí se puede”.