El presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó el domingo que confía en la ayuda de Irán para enfrentar los desafíos de la industria petrolera estatal, en abierta alusión a las sanciones de Estados Unidos que buscan poner fin a su mandato y a la crisis en la nación sudamericana.
El gobierno de Irán, cuya alianza con Venezuela data de la época en que era presidente el fallecido Hugo Chávez, está apoyando a Maduro con el envío de gasolina para reducir la severa escasez que atraviesa la nación pese que fue alguna vez uno de los más importantes exportadores de crudo del mundo.
"Nos estamos ayudando", dijo Maduro en una entrevista difundida por la televisora estatal. En su aparición elogió a Irán, también sancionado por Estados Unidos, por lo que catalogó como el logro de contar con una poderosa industria energética.
Para la mayoría es casi imposible de creer que la producción de petróleo en Venezuela se encuentra en el peor nivel de los últimos 70 años.
"Creo que la experiencia iraní nos va a ayudar a nosotros a poder reforzar toda la capacidad gerencial (...) y los proyectos de desarrollo", agregó Maduro. No entró en detalles acerca de los eventuales acuerdos en curso. Solo expuso que los planes se mantienen en "silencio al estar en una guerra".
Venezuela recibió en mayo por primera vez combustible iraní, con el logró aliviar una severa escasez de gasolina, en tanqueros que llegaron sin obstáculos al país caribeño y fueron escoltados por unidades de las fuerzas armadas al entrar en aguas territoriales.
Este mes otra fue la suerte que corrió la ayuda, después que Estados Unidos incautó otros cuatro cargamentos iraníes en ruta hacia la nación sudamericana. La medida dejó contra la pared a Maduro, que encara la falta de suministro de gasolina, debido a la baja producción de las refinerías tras años de mala gestión de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
También lea Duque dice que Maduro "está interesado" en adquirir misiles a través de IránEstados Unidos tiene un papel clave en visibilizar y tomar acciones en aras de que se concrete un cambio de gobierno en Venezuela. Junto a más de 50 países apoya al gobierno encargado que lidera Juan Guaidó. La Casa Blanca no ha descartado un diálogo con Maduro, pero sostiene que el único tema posible sería acordar su salida del poder.
Maduro arremete con frecuencia contra la actual administración estadounidense, alegando que ninguna empresa petrolera en el mundo ha sufrido una persecución como la que padece PDVSA. En cuanto a las fallas internas, ha advertido a sus empleados que deben luchar contra el burocratismo, la corrupción.
El extrecho vínculo entre Caracas y Teherán preocupa también a gobiernos de la región. Esta semana el mandatario colombiano, Iván Duque, dijo que Venezuela estaba en negociaciones para adquirir armamento a través de Teherán.
"Me pareció una buena idea", comentó Maduro sobre la denuncia de Duque, tras apuntar que hasta ese momento no la había considerado. "Si es posible y conveniente compraremos esos misiles", apuntó.