La ONG Una Ventana a la Libertad registró unas 208 muertes y un 325% de hacinamiento en los centros de detención preventiva en Venezuela, según su informe anual de 2020.
“Si hay que definir el año 2020 en materia penitenciaria lo tenemos que definir como el año del hambre y las enfermedades”, apuntó Carlos Nieto Palma, abogado y coordinador general de la ONG.
Este es el 5º informe de este tipo y se realizó con datos de 273 centros de detención preventiva o calabozos policiales, en 19 estado del país. Éstas, recuerda la organización, no son cárceles y los reclusos no deberían estar por más de 48 horas.
“Los calabozos policiales dejaron de ser espacios transitorios, donde los reclusos estaban nada más que un lapso de 48 horas, para convertirse en las nuevas cárceles del país”, indicó Palma.
Los calabozos policiales dejaron de ser espacios transitorios, donde los reclusos estaban nada más que un lapso de 48 horas"
Carlos Nieto Palma, coordinador general de Una Ventana a la Libertad
En los más de 200 centros estudiados, con 7.457 cupos, una Ventana a la Libertad registró 24.218 reclusos para el final del año, lo que representa un 325% de la capacidad de las mismas, explicó por su parte Magaly Huggins, coordinadora de investigación de la organización.
“¿Quién puede estar sano en estas condiciones?”, apuntó Huggins, resaltando que esta situación va acompañada por la falla de los servicios básicos.
El informe también reportó que, en 2020, fallecieron 208 personas en los centros de detención preventiva. Su mayoría, 143 de los casos, fue por enfermedad. Le siguen 42 muertes por fugas y recapturas.
“Esto es muy grave porque ambas causas de muertes fundamentales, las enfermedades y el proceso de recaptura, son muertes evitables”, afirmó Huggins.
La principal causante, en materia de salud, es tuberculosis (86) y le sigue la desnutrición (13). Huggins indicó que en el contexto de la pandemia, “la desnutrición se hace más seria, las diferentes enfermedades se hacen más serias, porque la familia no tiene acceso directo a la entrega de alimentos y de medicamentos”.
También lea Venezuela: denuncian incremento de muertes en cárceles por motivos de saludEstas instituciones no son ajenas a las manifestaciones. Huggins explicó que el año pasado hubo 95 protestas en los centros de detención preventiva pidiendo atención.
La coordinadora señaló que las protestas no siempre son violentas. Su mayoría (95), fueron huelgas de hambre.
A pesar de que el 2020 fue el año marcado por la pandemia, explicaron que no hubo mayor información de la situación en este tema, contagios y muertes, en estos centros.
Nieto Palma pide a las autoridades tomar en cuenta “a la hora de elaborar planes, a la hora de elaborar programas de ayuda, a los presos de Venezuela, que son personas que también tienen derechos humanos”.
Este mismo jueves, el fiscal general Tarek William Saab, indicó en una presentación ante la Asamblea Nacional oficialista que es necesaria la construcción de nuevos centros de detención preventiva y centros penitenciarios, “pues la capacidad de ambos está al límite, y el caso de los centros de detención sobrepasa”.
“Los centros de detención preventiva deben ser atendidos periódica o permanentemente por el Ministerio del Poder Popular para la Salud y el Ministerio del Poder Popular para los Servicios Penitenciarios”, apuntó Saab.