La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó que la vacuna cubana contra el COVID-19, Abdala, todavía no tiene el permiso de emergencia de la organización y, aunque esto no es excluyente para su uso en el país que así lo decida, sí es necesaria su validación para poder ser distribuida a través de los mecanismos de la ONU.
En rueda de prensa este miércoles 30 de junio, el doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, explicó que la organización no autoriza o avala vacunas, pero para que pueda ser agregada al Fondo Rotatorio o al mecanismo de inmunización contra el COVID-19 COVAX debe tener el permiso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Yo creo que sería muy importante que los productores de la vacuna Abdala pudiesen, si terminaron todos los estudios de fase 1, 2 y 3, primero publicar esos datos en revistas científicas para que de una manera pública la comunidad científica pueda también evaluar y conocer estos datos”, indicó el doctor.
Las autoridades cubanas aseguran que Abdala tiene un 92% de eficacia. A Venezuela llegó la semana pasada el primer lote de estas vacunas, sin especificar cifras, y el Gobierno anunció la subscripción de un contrato “para el suministro de 12 millones de vacunas”.
También lea ¿Qué argumentan expertos y opositores ante preocupación por uso de vacuna cubana en Venezuela?Además de que los productores de Abdala deben solicitar el permiso de emergencia y así poder repartirlas a tráves de COVAX -explicó el doctor Barbosa- es necesario una inspección de la producción de la vacuna y una evaluación “completa y detallada” de todas las fases de los ensayos clínicos.
“El país tiene la decisión soberana de utilizar lo que quiera, pero para no tener prejuicios (…) siempre recomendamos que las autoridades reguladoras de los países puedan brindar de manera muy transparente para su población que evaluaron, de cómo fue el proceso de evaluación, cuál es la situación de la autorización que existe”, afirmó el doctor Barbosa.
Los gremios médico y científico venezolanos han solicitado que la colocación de esta vacuna, que ya comenzó en el país, sea bajo la modalidad de ensayo con el consentimiento voluntario de la persona.
El subdirector de la OPS destacó los esfuerzos de la región por fabricar sus propias vacunas y aseguró que eran bienvenidas.
“Ese esfuerzo que ha hecho Cuba y otros países de la región, esfuerzos muy bienvenidos porque nuestra región desafortunadamente, América Latina y el Caribe, hay una vulnerabilidad, hay una dependencia de importar no solamente vacunas, pero medicamentos, pero equipos de protección personal, que se debe superar”, indicó Barbosa.
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