La pandemia de COVID-19 ha servido como instrumento de represión y deterioro democrático en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, según indica el más reciente informe de la organización Freedom House. La Voz de América consultó a expertos que afirman que las restricciones motivadas por la crisis sanitaria llegaron “como anillo al dedo” a los gobiernos de estas naciones.
Por más de 15 años, Freedom House ha reflejado el desgaste de las libertades civiles en Venezuela, en su informe anual de Libertad Global en 2020, acota que hay un ingrediente adicional que parece haber dado un respiro al gobierno de Nicolás Maduro.
Este año, Nicaragua, con 24 puntos, y Venezuela, con 28, se ubicaron en el reporte de la organización entre las 10 las naciones con mayor declive en las libertades políticas y civiles en los últimos 10 años.
“La pandemia, de una forma u otra, ha influido para que la mayoría de los gobiernos autoritarios y populistas utilicen la pandemia como una excusa para fortalecer una serie de prácticas autoritarias, el uso de la fuerza, la falta de información sanitaria, arrestos y desinformación”, indica Gerardo Berthin, director para América latina y el Caribe de Freedom House.
De acuerdo con el reporte, Venezuela ocupa el penúltimo lugar en la lista de 35 países que son clasificados como “libre”, “parcialmente libre” y “no libre”.
También lea Informe: Respuesta al COVID-19 en Nicaragua, Venezuela y Cuba acrecentó deterioro de la democraciaOrganizaciones como la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero, APEVEX, consideran que la restricción de la libertad de expresión e información fue el factor que permitió al gobierno de Nicolás Maduro mantenerse en el poder, en tiempos de pandemia.
“Teniendo un régimen dictatorial en Venezuela que está siempre en la búsqueda de lo que le permita controlar mucho más el poder, la pandemia les ha venido, desgraciadamente, como anillo al dedo. Se supone que a cambio de cuidar del bienestar de la sociedad y con el tema de evitar los contagios, hay muchas mas restricciones de circulación de movimiento y de opinión y mucha más restricción en la búsqueda de obtención y difusión de información”, indicó Donatella Ungredda, vicepresidenta de APEVEX.
Pero para Miraflores, las restricciones obedecen a un tema de salubridad. “Voy a renovar el decreto del estado de alarma por treinta días más para seguir protegiendo a nuestro pueblo”, aseguró en el pasado el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Para el director de Freedom House para América Latina y el Caribe, Gerardo Berthin, países como Venezuela, Nicaragua y Cuba están entre los que nunca han visto libertades completas y estos se han deteriorado en 40 puntos de su índice, durante la última década.
“Eso es preocupante. Los coloca junto a Mali, al lado de la república del Norte del oeste de África, en fin, la mayoría de los países que no están en condiciones de garantizar las políticas civiles de sus ciudadanos”, afirma Berthin.
Otros países de la región como El Salvador e incluso Estados Unidos, dieron también puntajes negativos en una u otra categoría.
Freedom House asegura que una de las posibles soluciones está en trabajar en conjunto con el sector privado para impulsar el fortalecimiento de las democracias más ompactadas.