Los venezolanos conmemoraron la víspera el Día del Periodista en medio de una situación de crisis agudizada por el cierre de periódicos, acciones judiciales contra los medios independientes y agresiones a trabajadores del sector.
Según el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, Marco Ruíz, “este es el peor año en mucho tiempo, más agresiones que en tiempos electorales cuando debido a la polarización los periodistas quedan en medio de la confrontación”.
En lo que va de año, son ya 174 los profesionales de la infrormación agredidos por las autoridades o por turbas instigadas por el oficialismo, pero eso es solo parte de una más amplia campaña de hostigamiento y descrédito orquestada contra la prensa libre desde la presidencia.
En Venezuela se han cerrado medios que no son afines al Gobierno, como es el caso de RCTV, pero además fue puesta en vigor una ley de “Responsabilidad Social en Radio y Televisión” para sancionar a los periodistas que denuncien a funcionarios gubernamentales.
En adición, el Gobierno puso en práctica un plan para adquirir a medios de prensa críticos de su gestión y colocar en sus juntas directivas a funcionarios amigables, como es el caso de Globovisión, con el consiguiente cambio en sus políticas editoriales.
No satisfecho con eso, se les ha negado a los periódicos el acceso a divisas para que puedan importar papel, y como resultado, entre numerosos casos, un diario tan importante como El Nacional se vio obligado en enero último a reducir 40 por ciento sus páginas.
De acuerdo con asociaciones como Espacio Público y el Bloque de Prensa Venezolano, ocho diarios han tenido que dejar de circular porque se quedaron sin papel. La crisis podría llegar a afectar a más de un centenar de periódicos y dejar sin empleo a unas 30 mil personas.
Espacio Público consignó que solo en los primeros seis meses de este año se han registrado 366 violaciones a la libertad de expresión en Venezuela, una cantidad que representa 27,5% más que en todo el año pasado.
Las condiciones en que los trabajadores de la prensa venezolanos se ven obligados a ejercer su profesión son tan precarias que el presidente del Colegio Nacional de Periodistas, Tinedo Guía, lo califica un acto de heroísmo ya que el Gobierno los considera enemigos solo por querer revelar la verdad.