¿Qué traen las “anémicas” cajas que el gobierno en disputa de Venezuela vende a los ciudadanos?

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¿Qué traen las “anémicas” cajas que el gobierno en disputa de Venezuela vende a los ciudadanos?

Arroz, frijoles, harina, azúcar, pasta, un paquete de 237 gramos sardinas y un litro de aceite vienen en la bolsa de alimentos que llegó a casa de Laura y Carlos. Se trata del paquete de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción, que los venezolanos llaman CLAP, por sus siglas y que el gobierno en disputa vende a los ciudadanos a precios muy por debajo del mercado, pero cuya calidad es cuestionada.

La caja se entrega mensualmente en las comunidades registradas en la base de datos del Ejecutivo venezolano, pero quienes las reciben, reportan que, en ocasiones, pueden demorar mucho más.

Carlos remoja los frijoles en una olla con agua para retirar las impurezas. Repite el proceso varias veces. Desecha el líquido, y una vez más, limpia las partículas que encuentra en la medida en que hace movimientos circulares con el envase, pero nada es suficiente. El agua se torna cada vez más oscura, color fango.

“Yo nunca había visto un frijol que le saliera ese sucio así. Yo me pregunto ¿cómo es posible que esto sea un producto para consumo humano? Se lo preparé a la perrita y ni ella se lo quiso comer”, cuenta Carlos a la Voz de América, quien prefiere omitir su apellido para evitar represalias contra su hijo que tiene un puesto en la administración pública.

El hombre, de 73 años, vive junto a su esposa, dos hijos y dos nietos en un edificio de apartamentos al oeste de Caracas, la capital venezolana. Se apresura a abrir cada uno de los empaques para demostrar las características de estos alimentos. Toma el kilogramo de azúcar. Señala la etiqueta con el contenido nutricional y el emblema y advierte: "Aquí dice que es azúcar blanca refinada, pero yo de blanca y de pura no le veo nada. Parece arena de playa".

La denominada caja CLAP cuesta menos de 10 centavos de dólar, equivalentes a un día y medio del salario mínimo venezolano. Si sus parientes tuvieran que comprar en un supermercado estos víveres, pagarían 7 dólares.

Una investigación del sitio en Internet Armando Info reveló que detrás de este plan de alimentación, lanzado por el presidente en disputa Nicolás Maduro en 2016, se escondía un esquema de corrupción.

Los empresarios afines a Maduro, que manejaban los contratos, importaban en países como México, alimentos de baja calidad, que luego vendían al Estado con sobreprecio de 112 por ciento, según la Procuraduría mexicana.

De acuerdo con el nutricionista Pablo Hernández, miembro del Observatorio Venezolano de la Salud, los productos que contienen las bolsas son los de una dieta “anémica”, baja en hierro y calcio.

"Estamos hablando que cada integrante de una familia de cinco miembros, recibiría 68 gramos al mes de alimentos por día. Una persona debería consumir alrededor de 1500 a 2 kilos de alimentos al día. Es importante el déficit en este caso. Las calorías no representan ni el 12 por ciento de lo que se debería consumir en un día”, advierte el especialista.

Y esta dieta tiene consecuencias en la salud. "Estamos hablando de un venezolano, en un futuro, que no tendrá energías para trabajar ni para pensar. Los niños no se van a desempeñar de forma adecuada, no van a discernir, porque su cerebro no tendrá energía para pensar", alerta Hernández.

Pero ante la recesión e hiperinflación de la economía, son la única opción para comer de los más pobres. La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI), elaborada por las principales universidades del país sudamericano, reveló que 7,3 millones de familias acceden estas cajas y que a nueve de cada 10 venezolanos no les alcanza el dinero para comprar comida.