Donald Trump, presidente saliente de Estados Unidos, firmó en su última noche en la Casa Blanca un comunicado que prohíbe hasta mediados de 2022 la deportación de venezolanos presentes en el país, una decisión que expertos califican de “excelente noticia” para los beneficiados y que la comunidad venezolana en el país considera un “regalo”.
“Para todos es una bendición”, aseguró a la Voz de América Patricia Andrade, directora de Venezuela Awareness y del programa Raíces Venezolanas Miami, que brinda ayuda a los venezolanos recién llegados sin recursos.
Andrade relata que, desde al menos 2007, hubo distintas solicitudes de alivio migratorio para esta comunidad. La activista comenta que había rumores sobre la posibilidad de esta medida, pero no quería “ilusionarse”.
También lea Trump ordena suspender la deportación de venezolanosLa orden de Trump es formalmente un memorando presidencial que difiere las deportaciones por 18 meses de “cualquier ciudadano venezolano o extranjero sin nacionalidad cuya última residencia habitual fue Venezuela” presente en Estados Unidos, sujeto a ciertas condiciones y excepciones listadas en el escrito.
“La verdad es que casi no dormí. Hablando con personas. Hablando con abogados. Hablando con venezolanos que estaban esperando un alivio migratorio. La noticia, de verdad, nos cayó como un gran regalo. Realmente, yo le agradezco al presidente Trump que hasta el último minuto estuvo apoyando a los venezolanos”, afirma la directora de Venezuela Awareness.
Andrade comenta que hubo incredulidad en un principio, cuando salió la medida. “Tenían miedo de creer que finalmente esto era una realidad”.
Los venezolanos que no podrán beneficiarse de la medida son aquellos que hayan regresado voluntariamente a Venezuela, quienes no hayan residido continuamente en Estados Unidos antes del 20 de enero de 2021, o que hayan sido condenados por cualquier delito o tengan registros de “dos o más delitos menores” dentro del país norteamericano.
También quedan excluidos los venezolanos que hayan sido deportados, excluidos o removidos del país de alguna forma antes del 20 de enero de 2021.
Asimismo, quedan exentos de los beneficios del memorando presidencial aquellos ya sujetos a extradición, aquellos cuya presencia ha sido descartada por el Departamento de Seguridad Nacional por considerárseles un peligro a la seguridad pública, y aquellos que representen “consecuencias adversas” para la política internacional de Estados Unidos, según el Departamento de Estado.
Por último, ordenó al secretario de Seguridad Nacional a que tome “medidas apropiadas” para autorizar el empleo de venezolanos cuyas deportaciones han sido postergadas en su memorando presidencial por el plazo especificado.
“El gobierno autocrático de Nicolás Maduro ha violado consistentemente las libertades soberanas que posee el pueblo venezolano. A través de la fuerza y el fraude, el régimen de Maduro es responsable de la peor crisis humanitaria del hemisferio Occidental en la historia reciente”, indicó el presidente saliente en su escrito, publicado la noche del martes en la página web de la Casa Blanca.
Al ser cuestionada sobre sus consideraciones del momento en que es ejecutada esta medida, Andrade indica, que si bien Trump pudo haberlo hecho en sus cuatro años de presidencia, él tenía a Venezuela “en la agenda diaria”. “Su meta era una salida de (Nicolás) Maduro”, afirmó.
Expuso que, durante el mandato del republicano, se movió la diplomacia y tenía la causa venezolana constantemente en su discurso. “(Trump) hizo todo. Ahora tienes que preguntarte: ¿qué hizo Juan Guaidó y su equipo?".
“Hubo compasión por los venezolanos y en el último minuto dijo: los voy a proteger, porque yo me voy a ir”, apuntó la activista venezolana.
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Mariano De Alba, abogado venezolano, experto en derecho y relaciones internacionales, interpreta la orden presidencial como “una excelente noticia para los venezolanos que estaban en situación irregular en Estados Unidos”.
“Se liberan de la preocupación de que los deporten y, además, bajo ciertas condiciones podrán optar a acceder a permisos laborales, aumentando la probabilidad de que puedan establecerse y buscar rehacer sus vidas”, describe en conversación con la VOA Noticias.
Desde el punto de vista político, valora la medida de Trump como una respuesta a la propuesta de campaña del hoy presidente Biden de conceder el estatus de protección temporal a los venezolanos, conocido como TPS.
De Alba subraya el momento escogido por Trump para firmar tal memorando, justo un día antes de entregar su cargo. “Es para tratar de restar algo de impacto a lo que se espera que será la decisión del presidente Biden de otorgar Estatus de Protección Temporal a los venezolanos, una medida que ayudará aún más a los venezolanos en Estados Unidos”, comenta.
A su entender, la decisión de Trump demuestra la “importante influencia” que tuvo ante la crisis en Venezuela el senador republicano Marco Rubio, quien en numerosas oportunidades públicas le rogó la adopción de medidas de protección migratoria para los venezolanos presentes en Estados Unidos.
Luis Angarita, profesor universitario versado en relaciones internacionales, coincide con De Alba en el rol que jugó Rubio en esta decisión de Trump.
“Es una respuesta a la presión del senador Marco Rubio, quien lideró toda la política desde el Senado y con papeles de trabajo para la Casa Blanca de cómo atender la política hacia Venezuela”, asegura a la VOA.
Según Angarita, la postergación de la deportación de venezolanos responde a la “clientela política” de Trump concentrada en el sur de la Florida, un estado que le fue favorable en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.
La juzga como una decisión que, si bien es de ayuda para los venezolanos, “sigue siendo limitada” en comparación con la oferta de TPS de parte de Biden.
“Sería mucho más completo otorgarle algún símbolo de residencia (con el TPS). La administración Trump estuvo siempre en contra de ofrecer estatus a los migrantes de América Latina, entre ellos a los venezolanos”, recuerda.
Por su parte, Andrade, directora del programa Raíces Venezolanas Miami, le pide a la nueva administración de Biden que no revierta las medidas del presidente Trump, pues no desean “palabritas bonitas”, sino más “acción”.
“No queremos que se revierta lo que ha logrado Trump y queremos más bien que se avance para lograr una salida democrática (en el país)”, señala la activista.