Durante su primera conferencia de prensa formal como presidente, Joe Biden respondió a una serie de preguntas sobre la frontera entre Estados Unidos y México, donde un número creciente de migrantes, especialmente niños no acompañados, están abrumando el sistema de asilo.
Los reporteros preguntaron al presidente, entre otras cosas, sobre su responsabilidad por el aumento, la aglomeración de menores que llegan a la frontera y cuándo las autoridades migratorias permitirían que los medios de comunicación vieran las condiciones en las que se encuentran detenidos los niños.
Biden defendió resueltamente las acciones de su administración contra los críticos republicanos que dicen que sus políticas y retórica pro-inmigrante están alentando a los inmigrantes a venir y precipitando una crisis.
Entre otras cosas, dijo que el aumento en los intentos de cruzar la frontera es estacional y está impulsado por profundos problemas sociales en Centroamérica que van más allá de la política estadounidense. Y señaló que simplemente estaría mal rechazar a los niños no acompañados sin intentar conectarlos con miembros de la familia.
Pero en sus comentarios, Biden también exageró o citó algunas estadísticas incorrectas sobre la cantidad de migrantes ahora y durante la administración de Donald Trump. Polygraph.info. y Verificado revisaron cuatro afirmaciones.
¿A quién están enviando de regreso?
Biden declaró correctamente que "la gran mayoría, la inmensa mayoría de las personas que llegan a la frontera y cruzan, son devueltas". Esto está sucediendo bajo lo que se llama Título 42, una política instituida bajo Trump para expulsar automáticamente a los migrantes debido a la pandemia de coronavirus.
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Estados Unidos sigue expulsando a miles de inmigrantes bajo el Título 42
Biden ha continuado con la política, aunque con una excepción para los menores de edad no acompañados, que es probablemente una de las razones por las que miles están abarrotando instalaciones sobrecargadas mientras esperan a ser procesados. Hasta 18.000 menores están siendo protegidos en el sistema desde marzo.
Pero en otro de sus comentarios, Biden declaró que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE. UU. también está "devolviendo a la gran mayoría de las familias que vienen". Eso es falso.
Según la CBP, el número de unidades familiares expulsadas disminuyó en febrero. De las casi 19,250 unidades familiares encontradas el mes pasado, 7,915, o solo el 41%, fueron expulsadas.
Menores no acompañados
“Nada ha cambiado”, proclamó Biden. “La misma cantidad de gente ha llegado —28% de aumento de niños en la frontera en mi administración; 31% en el último año—en 2019, antes de la pandemia, en la administración Trump".
“Sucede todos los años: hay un aumento significativo en el número de personas que llegan a la frontera en los meses de invierno de enero, febrero y marzo. Eso sucede todos los años ".
Biden tiene razón en que los intentos de cruzar la frontera a menudo aumentan en el invierno, cuando las condiciones de viaje son menos extremas que durante el clima cálido de fines de la primavera y el verano. Sin embargo, el número de menores no acompañados de Biden no es correcto.
Bajo la administración de Trump a principios de 2019, antes de la pandemia, los encuentros entre el personal de la CBP y los menores no acompañados aumentaron un 31% de enero a febrero (de 5.515 a 7.243). Este año, el número de estos encuentros aumentó un 61% de enero a febrero (de 5.858 a 9.457).
El aumento del 28% que citó Biden es el aumento general oficial de encuentros con migrantes entre enero y febrero de este año: niños no acompañados, adultos solteros y familias combinadas.
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¿Qué pasa cuando un menor no acompañado es detenido en la frontera?
Sin embargo, una comparación de los encuentros con niños no acompañados durante la primera parte de los años fiscales prepandémicos (2019) y a mediados de la pandemia (2021) muestra totales similares: 28,942 para el período de octubre a febrero en 2019 en comparación con 29,729 para el período de octubre a febrero en 2020 (los años fiscales federales comienzan en octubre y terminan en septiembre. Ahora estamos en el año fiscal 2021).
Trump "eliminó" la financiación
Biden argumentó que para "lidiar con este problema" en la frontera, Estados Unidos debe ayudar a resolver los problemas de raíz en los países de los que huyen los migrantes. El presidente dijo que mientras era vicepresidente, ayudó a diseñar un programa de ayuda bipartidista de 700 millones de dólares para los países centroamericanos, que Trump "eliminó" y "no utilizó". Eso es una exageración.
La administración Trump suspendió temporalmente unos $ 700 millones en ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador en abril de 2019, pero el Departamento de Estado de Estados Unidos pronto restauró la mayor parte.
Trump ordenó recortes drásticos en la ayuda exterior a las naciones centroamericanas en los presupuestos anuales pero no la eliminó. La asistencia extranjera de $ 750 millones a la región en el año fiscal 2016 se redujo a un estimado de $ 685 millones en el año fiscal 2017, y luego a $ 445 millones solicitados en 2020.
Para el actual año fiscal 2021, el Congreso acordó una ayuda de 505,9 millones de dólares para identificar los factores que impulsan la migración. Esa cantidad, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso de enero de 2021, es "$129 millones más de lo que solicitó la Administración [de Trump], pero $ 27 millones menos que los asignados a la región en el año fiscal 2020".
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Los funcionarios de la administración Biden dicen que han heredado un sistema de inmigración roto. El 14 de marzo, por ejemplo, el jefe de gabinete, Ron Klain, dijo en MSNBC que Trump había "permitido que la cantidad de camas para albergar de manera segura y humana a estos niños ... se redujera a un número récord". Biden siguió esta idea:
"[Trump], de hecho, cerró la cantidad de camas disponibles ... Y entonces, lo que estamos haciendo ahora es intentar reconstruir, reconstruir el sistema que pueda adaptarse a lo que está sucediendo hoy", dijo Biden. Esa afirmación también es exagerada.
Cuando Trump asumió la presidencia, la capacidad mensual en las instalaciones de detención de migrantes era de aproximadamente 8,000. Ese número se redujo a aproximadamente 6,900 en octubre de 2017, pero se expandió en los meses siguientes, acercándose a 15,400 en septiembre de 2018. Y se situó en más de 16,000 en diciembre de 2018.
Sin embargo, con la pandemia de COVID-19, las instalaciones tuvieron que reducir la capacidad por razones de seguridad, a veces hasta la mitad. En marzo, mientras los niños no acompañados continuaban siendo detenidos, la administración Biden ordenó a las instalaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) que "aumentaran temporalmente el espacio hasta tener capacidad con licencia completa".
El número exacto de camas no se dio a conocer de inmediato, pero al 31 de enero, el HHS dijo en su sitio web que tenía un máximo de 13.239.
Luchando por adaptarse al creciente número de niños migrantes, la administración anunció el 12 de marzo que había “reactivado más de 200 camas para niños inmigrantes no acompañados y rescindió un acuerdo de la era Trump que había llevado al arresto de patrocinadores que dieron un paso al frente para acogerlos” según el portal BuzzFeed.
Casi al mismo tiempo, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. recibió la tarea de “ayudar a cuidar y asistir a los menores no acompañados” detenidos en instalaciones de la Patrulla Fronteriza similares a una cárcel, y se ordenó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) que ayudara a los menores no acompañados.