Reunión crucial de Xi y Obama

La reunión se centró en el comercio bilateral, derechos humanos y la influencia de China en el mundo.

El líder chino, Xi Jinping, y el presidente de EE.UU. Barack Obama hablan sobre economía y derechos humanos en la Casa Blanca.

El presidente Barack Obama se reunió este martes en la Casa Blanca con el vicepresidente de China, Xi Jinping, con quien conversó sobre el abultado superávit comercial chino con Estados Unidos y reiteró que mantendrá la presión sobre Pekín en materia de respeto a los derechos humanos.

"Hemos tratado de enfatizar que debido al extraordinario desarrollo de China en las últimas dos décadas, con la ampliación del poder y la prosperidad también vienen aparejadas mayores responsabilidades”, dijo Obama junto al dirigente chino en la Oficina Oval.

Xi, quien se espera que asuma la presidencia de China en marzo de 2013, llegó el lunes a una base aérea en las afueras de Washington, donde fue recibido por altos funcionarios estadounidenses.

"En temas críticos como los derechos humanos, vamos a seguir enfatizando lo que creemos que es la importancia de reconocer las aspiraciones y derechos de todos los pueblos", enfatizó el presidente de EE.UU..

Obama señaló que Washington quiere trabajar con Pekín para "asegurarse de que todos se rijan por las mismas reglas en lo que se refiere al sistema económico mundial, lo que incluye garantizar que haya un flujo comercial balanceado no sólo entre EE.UU. y China sino en todo el mundo”.

También puntualizó que los dos países tienen la oportunidad de mejorar sus “lazos estratégicos”, y de manejar las posibles tensiones “de manera constructiva" tras señalar que EE.UU. “da la bienvenida al ascenso pacífico de China".

Por su parte, Xi indicó que su país desea construir una "sociedad cooperativa (con EE.UU.) basada en el respeto y los intereses mutuos" e invitó al presidente Obama a hacer una visita oficial a China.

Durante un almuerzo posterior con el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el líder chino dijo que Pekín seguirá implementando medidas "para promover la equidad social, la justicia y la armonía e impulsar el desarrollo de los derechos humanos en China".

También abogó por un "mayor equilibrio" en los nexos comerciales y las inversiones entre los dos países. "Deberíamos ocuparnos de las preocupaciones económicas y comerciales de cada uno a través del diálogo y la consulta, no el proteccionismo", precisó.

La agenda de Xi en Washington la completan una cena con el vicepresidente Biden y una reunión con empresarios estadounidenses antes de proseguir viaje rumbo a los estados de Iowa y California.

Presencia militar

El lunes, a través declaraciones por correo electrónico al diario The Washington Post, el gobierno chino dijo que la mayoría de los países asiáticos no quieren ver una ampliación de despliegues militares estadounidenses en la región. Además, afirmó espera que la agenda política estadounidense no se centre tanto en la seguridad militar.

En la entrevista, Xi hizo hincapié en la relaciones bilaterales desde 1972, la cooperación económica, el intercambio cultural e incluso en su fanatismo por el básquetbol profesional de la NBA.

Se cree que Xi tiene un amplio conocimiento de la cultura estadounidense, pero no queda claro si éste permitirá que la relación entre las dos potencias, que en recientes fechas han tenido roces por asuntos económicos y militares, mejore cuando asuma la presidencia.

Lo que si deja ver la visita de este martes, es que al menos, el próximo líder chino está más abierto al diálogo e interesado en tener una relación más productiva que la actual.

El vicepresidente estadounidense, quien será su anfitrión durante la visita oficial, enfatizó la semana pasada la importancia de "construir una relación que responda a los asuntos prácticos que son de importancia para ambos países".

Biden y diplomáticos en Estados Unidos han afirmado su apoyo a los esfuerzos de desarrollar más la cooperación bilateral durante la visita de Xi.