Vida virtual y muerte digital

Después de la masacre de Virginia Tech, Facebook desarrolló una política sobre cómo actuar ante la muerte de usuarios.

A medida que las redes sociales se hacen más populares y complejas, los usuarios desarrollan muchas veces una “vida virtual”. ¿Pero qué ocurre con esa vida paralela una vez que mueres?

La página de Facebook de Robin revela que su película favorita es Annie Hall, muestra videos de noches que durmió en casa de amigas y dice que actualmente está “comprometida” para casarse.

En enero, Robin contó en Facebook que había comprado su vestido de casamiento, seguido de cuatro signos de exclamación.

Pero cuando murió inesperadamente unos pocos días después, su página de Facebook permaneció intacta –y todavía lo está.

Tras la muerte de Robin, su página de Facebook se convirtió en un lugar donde amigos y familiares se congregaron para hacer el duelo. Jenna Berger, una amiga cercana, dijo que se alegró de tener acceso a la página de Robin tras su muerte.

“Justo después que murió fue muy bueno poder compartir las memorias y fotografías de Robin con sus seres queridos”, dijo Berger. “Ahora me mantengo en contacto con amigas cercanas, su prometido y su madre a través de Facebook”.

Sin embargo, Berger dijo que ahora se siente menos segura de que dejar la página abierta sea algo bueno. Aunque le guste mantener contacto con conocidos de Robin, no se siente cómoda con el hecho de que su perfil parezca estar congelado en el tiempo, exactamente como el día de su muerte.

En el cumpleaños de Robin, amigos y familiares publicaron mensajes de feliz cumpleaños en su página. “Sé que estás sonriendo desde arriba hoy”, decía uno de los mensajes.

“Odié que las personas se refirieran a ella como si todavía viviera”, dijo Berger acerca de los saludos de cumpleaños. “Creo que lo que no me gusto fue que la gente le deseaba un ‘feliz cumpleaños’. Ella no estaba ahí, ¿cómo podía ser feliz?’”.

Política de Facebook

Con más de 400 millones de usuarios activos, Facebook está más poblado que Estados Unidos. Y todos los años, alguno de esos usuarios muere y deja atrás su perfil.

Qué ocurre con esos perfiles es una pregunta difícil. Facebook instaló una política oficial para lidiar con la muerte de un usuario en octubre de 2009. La política fue desarrollada en respuesta a la masacre de Virginia Tech, dijo la portavoz Katelin Todhunter-Gerberg.

Ahora, cuando a Facebook le avisan que un usuario murió, cambia el perfil de la persona y lo convierte en una suerte de “memorial”. Le quita algunas funciones como actualizaciones de su “estado” y restringe la visibilidad a algunos amigos confirmados.

Esos perfiles no aparecen en la sección de recomendaciones de Facebook. Una queja común en el pasado es que las recomendaciones de Facebook, generadas de forma automática, sugerían a amigos o conocidos de un muerto a reconectarse con él y enviarle un mensaje.

Para algunos, mantener el perfil abierto es reconfortante. Para otros es un recuerdo terrible del ser querido que falleció. Facebook permite que familiares de un usuario fallecido soliciten que su página sea borrada por completo.

Facebook también recomienda a los familiares, amigos o conocidos a crear páginas grupales que sirvan como un “memorial” de la persona. Y si en la página de Facebook escribes la palabra “memorial” verás que muchos usuarios optaron por esta alternativa.

Claramente, la compañía está emprendiendo el difícil camino de preservar la memoria digital de un usuario y a la vez respetar los deseos de familiares y amigos.

¿Un legado digital?

Eran Alfonta cree que podemos preparar nuestro legado digital en vida. Alfonta es el director de Willook, una compañía que se especializa precisamente en eso: ayudar a las personas a crear su memoria online.

Willook recientemente inauguró una aplicación en Facebook llamada “If I Die” (si yo muero) que permite a los usuarios preparar videos y cartas que serán publicadas en Facebook una vez que mueran. Según Alfonta, este tipo de mensajes puede ayudar a los parientes y amigos del fallecido.

Alfonta testeó su idea entre las personas mayores y enfermos terminales. Y dijo que en el curso de su experimento, pasó de tener una visión más “técnica” de cómo debía funcionar la aplicación a una visión más “emocional”. “Entendimos que no debe ser una cuestión técnica. Realmente debe tener un beneficio emocional para los usuarios”.

Alfonta dijo que los participantes de su piloto grabaron mensajes de todo tipo: sabios, chistes, historias no contadas y asuntos por terminar. Una de las participantes, una madre soltera que estaba recibiendo quimioterapia, grabó una serie de mensajes para enviarle a su hija de 2 años cada vez que cumpliera años.

“En el pasado, sólo los reyes podían construir monumentos y pirámides”, dijo Alfonta. “Ahora vemos algo que realmente puede construir tu presencia digital para siempre, para el futuro, y está disponible para todo el mundo”.