Miles de desempleados de todo Estados Unidos, miembros de distintas comunidades y clérigos realizaron una vigilia de oración frente al Capitolio, en Washington, para que el Congreso extienda los beneficios por desempleo.
Michael Livingston, director de la Iniciativa de la Pobreza para el Consejo Nacional de Iglesias, dice que el Congreso tiene que dedicarse en serio a la creación de trabajos.
“Pienso que el Congreso no ha sido responsable en absoluto. Pienso que han estado dándole largas al asunto. Pienso que han estado haciendo politiquería con nosotros”, sostiene Livingston.
David, un desempleado que trabajaba como analista de acciones, de Denver, Colorado, dice que el Congreso es insensible, “Estados Unidos está sin trabajo y ustedes no pueden arreglar el déficit cuando los estadounidenses están sin trabajos. Eso es lo primero, tienen que darle trabajos a la gente de nuevo”.
Un proyecto de ley presentado por el presidente Barack Obama se ha estancado en el Congreso. El mandatario dijo, esta semana, que los legisladores no debían ir a sus vacaciones de fin de año sin antes extender los beneficios por desempleo y un reducción de impuestos para la clase media.
Mientras tanto, otros tres activistas, pusieron en marcha una huelga de hambre en reclamo por representación en el parlamento de Estados Unidos, para el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington.
En el campamento del grupo de activistas "Ocupemos DC", tres jóvenes, Sam Jewler Kelly Mears y Adrian Parsons, comieron un úlltimo alimento compuesto por jugos de zanahorias y espinacas y vegetales fritos antes de iniciaron la huelga de hambre en la plaza de McPherson.
Los activistas dicen que llevarán adelante la medida hasta que el Congreso le de plena representación a la capital.