El multimillonario británico, Richard Branson, dijo que una nueva aeronave de Virgin Galactic está completada en un 65% y podría estar lista para volar el próximo año.
Pero primero, Branson se comprometió a encontrar qué fue lo que falló con la nave espacial turística que explotó sobre el desierto de Mojave el viernes, y también con seguir adelante en su sueño de realizar vuelos espaciales comerciales.
En una conferencia de prensa en el lugar del accidente, Branson dijo que la seguridad siempre ha sido la prioridad en su programa espacial.
"Realmente creímos que estaríamos listos en marzo del próximo año", dijo Branson a la BBC en Mojave.
El empresario no quiso discutir los detalles del accidente en el que murió uno de los pilotos y otro resultó gravemente herido, agregando que se sentirá en deuda con ellos hasta encontrar exactamente lo que salió mal. "Si podemos superarlo, podremos estar absolutamente seguros de que el sueño sigue vivo”, dijo.
La nave espacial SpaceShipTwo de Virgin Galactic, se estrelló el viernes luego de soltarse del avión madre durante una prueba.
El piloto Michael Alsbury, de 39 años, fue encontrado muerto dentro de la nave, según informó el alguacil del condado Kern, Donny Youngblood.
Alsbury, que según las autoridades era de Tehachapi, California, era un ingeniero de proyectos y piloto de prueba en la empresa Scaled Composites, una subsidiaria de Northrop Grumman Corp. que construyó y diseñó la aeronave para Virgin Galactic.
Alsbury volaba por novena vez la SpaceShipTwo, en la que fue copiloto durante el primer vuelo de prueba en abril de 2013.
El piloto herido fue identificado como Peter Siebold, de 43 años, quien se lanzó en paracaídas y fue hospitalizado con varias heridas.
La investigación del accidente probablemente se centre en el nuevo tipo de combustible que se usó por primera vez en este vuelo, el cual es un propulsor sólido de tipo plástico que se enciende con óxido nitroso, comúnmente conocido como gas de la risa.