Uno de los primeros en reaccionar ante la elección del candidato republicano Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos fue el presidente ruso Vladimir Putin.
Putin envió un telegrama a Trump para felicitarlo y expresarle su deseo de trabajar juntos para mejorar las relaciones entre Rusia y EE.UU.
Putin también dijo tener “confianza en entablar un diálogo constructivo entre Moscú y Washington basado en principios de igualdad, respeto mutuo y una atención real a las posiciones del otro en interés de nuestros pueblos y de la comunidad internacional”.
El gobierno ruso había sido acusado por los demócratas de querer interferir en las elecciones y de ser los responsables de la filtración de información de la campaña de Clinton, algo que Putin había negado categóricamente.
En su momento, el líder ruso declaró que eran historias que sólo pretendían distraer al electorado estadounidense de los problemas que realmente les afectan, como la violencia policial en las calles.