Los ecuatorianos decidirán en dos plebiscitos de agosto si proyectos petroleros y mineros en regiones megadiversas del país pueden continuar, sopesando las preocupaciones indígenas y ambientales frente a miles de millones de dólares en posibles pérdidas a futuro.
La nación sudamericana dejaría de extraer alrededor del 12% de su producción de petróleo de 480.000 barriles por día (bpd) si los votantes aprueban cerrar el bloque 43-ITT en la megadiversa reserva Yasuní en el Amazonas, mientras que una consulta local en Quito prohibiría la minería en el bosque Chocó Andino, bloqueando la entrega de seis concesiones de oro.
Los activistas ambientales y las comunidades cercanas a los sitios dicen que las prohibiciones son necesarias para proteger la naturaleza, luchar contra el cambio climático y, en el caso del voto por el Yasuní, salvaguardar a pueblos Waorani que están en aislamiento voluntario.
Pero los gremios petrolero y minero creen que sus industrias son necesarias para apuntalar la maltrecha economía dolarizada de Ecuador y que las prohibiciones expondrían las áreas a la minería ilegal y la masiva deforestación.
El presidente saliente Guillermo Lasso, quien adelantó las elecciones después de que los legisladores intentaran destituirlo, no logró aumentar la producción de petróleo ni atraer más inversiones mineras a medida que empeoraron la violencia y los problemas sociales en la nación andina.
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"Queremos mantener salvo y sano a nuestros territorio. Dicen que cuando sacan el crudo traen la salud, la educación, pero no vemos nada, no hay desarrollo", dijo Ene Nenquimo, líder nacional waorani a Reuters. "El gobierno, desde el escritorio, mira sólo árboles (...) pero vivimos nosotros".
Una sola hectárea del parque Yasuní tiene 650 variedades de árboles, más que las encontradas en toda Norteamérica, así como cientos de especies de aves, mamíferos, reptiles y peces, según el Ministerio de Ambiente de Ecuador.
Los votantes parecen inclinarse por el sí en ambas consultas, dijo Santiago Pérez, de la firma Clima Social, quien ha realizado encuestas para sus clientes.
"Me parece que a medida que la población se informa mejor y conoce más el tema del Yasuní y el Chocó Andino eso les favorece a las dos opciones por el sí", dijo.
La petrolera estatal Petroecuador asegura que un voto de 'sí' a la consulta de Yasuní le costaría al país 13.800 millones de dólares en ingresos durante las próximas dos décadas.
Las plataformas en el ITT tienen hasta 39 pozos cada una para minimizar el espacio que ocupan, dijo a los periodistas el titular de Petroecuador, Ramón Correa, a mediados de julio.
"Han sido las mejoras prácticas de protección en el parque", agregó.
Otros dos bloques de Petroecuador en el área no se verían afectados con la votación.
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El expresidente Rafael Correa autorizó la explotación del bloque ITT, conocido como Ishpingo-Tambocoha-Tiputini y ubicado en la provincia de Orellana, luego de un intento fallido de recaudar fondos de la comunidad internacional a cambio de mantener el petróleo en el subsuelo.
A pesar de la tecnología y el cuidado, la explotación petrolera ha dañado el Yasuní y está amenazando la vida de los pueblos que lo habitan, incluido aquellos en aislamiento voluntario, dijo Pedro Bermeo, portavoz del colectivo Yasunidos, que ha estado presionando por la consulta durante una década.
"Nos dijeron que no iban a existir vías, no iba a ver generación eléctrica, ni mecheros y existen con un impacto gigantesco", agregó Bermeo.
La suspensión de la eventual producción total en el bloque ITT evitaría la emisión de 400 toneladas de dióxido de carbono, dijo Yasunidos, aunque el grupo ambientalista no proporcionó un marco de tiempo para la cifra.
Petroecuador aseguró que no hay mecheros en el bloque, que ocupa un 0,01 % del millón de hectáreas de la reserva del Yasuní, y que las carreteras son ecológicas.
Mientras tanto, la oposición a la minería está bloqueando alrededor de 1.000 millones en inversiones potenciales para los próximos dos años, según la Cámara de Minería de Ecuador, aunque un importante proyecto de la australiana SolGold está avanzando.
La minería fue la cuarta fuente de ingresos más grande de Ecuador el año pasado, detrás de las ventas de petróleo, banano y camarones, generando unos 2.800 millones de dólares.
Sin embargo, se ha quedado detrás de otros países andinos como Perú y Chile en el desarrollo de la minería a gran escala, debido a la oposición de comunidades indígenas, decisiones judiciales y consultas populares.
"No es moral que paremos una industria que puede generar muchas oportunidades por un miedo que no es cierto", dijo María Eulalia Silva, presidenta de la Cámara, y agregó que es poco probable que prohibir la extracción legal detenga el tráfico de animales, la minería ilegal o la tala ilícita.
Pero una parte de los residentes del Chocó Andino aseguran que la minería amenazará a los páramos, el agua y animales como el oso de anteojos.
"La minería va a generar contaminación de agua, explotación de tierras y destrucción", dijo Morelia Fuentes, residente de una pequeña comunidad agrícola dentro del bosque. "Estamos luchando por tener una vida saludable".