WikiLeaks divulgó el martes la tercera entrega de los correos electrónicos pirateados de John Podesta, el director de campaña de Hillary Clinton.
Los mensajes divulgados hasta ahora han provisto una visión sin precedentes de trabajo interno en la campaña de la candidata demócrata y parecen incluir extractos de los controversiales discursos pagados pronunciados por Clinton, incluso los ofrecidosante firmas de Wall Street.
Aunque no ha habido nada sensacional, especialmente comparado con el video de Donald Trump conversando desdeñosamente sobre asalto sexual a las mujeres, algunos emails han sido vergonzosos para algunos en la órbita de Clinton, y la nominada demócrata tiene que responder por discrepancias en algunas opiniones públicas y privadas sobre temas específicos de política, incluyendo comercio.
De acuerdo con los correos electrónicos filtrados la campaña de Hillary Clinton supuestamente compiló un masivo archivo sobre su oponente en las primarias Bernie Sanders, cuestionando su “buena fe progresista” en temas que van desde trabajo hasta armas y Wall Street.
La campaña de Clinton tenía mucha de sus municiones listas para desplegar contra Sanders, según muestran los emails. Mandy Grunwald, una asesora de Clinton, escribió que ella había estado investigando y que tenía “un par de nuevas cosas negativas para sugerir que probaran en las urnas, dado que la mayoría de nuestros ataques no han funcionado”.
En otro largo intercambio, asesores debatieron varias formas de reparar el daño con activistas de derechos de los gays enfadados por la posición de Hillary Clinton, durante largo tiempo.
La campaña de Clinton no ha verificado ni negado la autenticidad de los correos electrónicos.