World Central Kitchen pidió una investigación independiente de los ataques israelíes que mataron a siete de sus cooperantes en la Franja de Gaza e instó a Australia, Canadá, Polonia, Estados Unidos y Reino Unido — de donde eran los fallecidos — que se unan a su reclamo, indicó la ONG en un comunicado el jueves.
“Pedimos al gobierno israelí que conserve inmediatamente todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio, y cualquier otro material potencialmente relevante acerca de los ataques del 1 de abril", indicó la nota.
Israel ha dicho que los ataques que alcanzaron el convoy en el que viajaban los trabajadores humanitarios fue un error y que ha abierto una investigación independiente.
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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que el incidente “refuerza” la preocupación acerca de los planes israelíes de ampliar su ofensiva terrestre a Rafah, en el sur del enclave. Además, “expresó su indignación" por los ataques durante una conversación telefónica con su homólogo israelí, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, el miércoles en la noche, según una transcripción del Pentágono.
El ejército perpetró varios ataques contra el convoy de tres autos, de los cuales al menos uno estaba claramente marcado con el logotipo de la organización benéfica. World Central Kitchen afirma que coordina sus movimientos con el ejército, que estaba “al tanto de su itinerario, ruta y misión humanitaria”.
Los trabajadores humanitarios estaban distribuyendo la ayuda que llegó a través del corredor marítimo abierto recientemente para hacer llegar alimentos a los cientos de miles de palestinos que pasan hambre en el norte de Gaza, que lleva meses aislado por las fuerzas israelíes.
El ataque interrumpió esos esfuerzos, ya que World Central Kitchen y otras ONG suspendieron sus operaciones debido al deterioro de la seguridad. Los barcos que se dirigían al enclave regresaron a Chipre con unas 240 toneladas de ayuda humanitaria no entregada a bordo.
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En su conversación con el ministro israelí, Austin “subrayó la necesidad de tomar medidas concretas de inmediato para proteger a los trabajadores humanitarios y a los civiles palestinos en Gaza luego de los repetidos fallos de coordinación con los grupos de ayuda extranjeros” y reiteró la petición de Washington para una investigación independiente sobre lo ocurrido.
“Esta tragedia reforzó la preocupación expresada ante una posible operación militar israelí en Rafah, centrándose especialmente en la necesidad de garantizar la evacuación de los civiles palestinos y el flujo de ayuda humanitaria”, apuntó Austin.
Estados Unidos ha proporcionado ayuda militar y un respaldo diplomático crucial a la ofensiva israelí que comenzó tras el ataque insurgente de Hamás sobre el sur del país el 7 de octubre.
Israel ha prometido que ampliará su campaña terrestre a Rafah, en la frontera con Egipto, donde se han refugiado alrededor de 1,4 millones de palestinos, más de la mitad de la población del sitiado enclave. La ciudad es también una puerta de entrada clave para la ayuda humanitaria. Israel sostiene que es el último bastión para miles de combatientes de Hamás.
Washington afirma que una invasión a gran escala de Rafah sería un error y en su lugar ha instado a Israel a realizar operaciones más precisas centradas en el grupo insurgente.
También lea La Casa Blanca no muestra indicios de restringir armas a IsraelLa ofensiva de Israel en Gaza se ha cobrado la vida de casi 33.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud del territorio, que no diferencia entre víctimas civiles y combatientes en su conteo pero afirma que dos tercios de los fallecidos son mujeres y niños.
La guerra comenzó el 7 de octubre, luego del asalto insurgente sobre el sur de Israel en el que murieron alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y otras 250 fueron tomadas como rehenes.
La agencia de Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, dijo que en el norte de Gaza, un tercio de los menores de dos años sufría desnutrición severa en marzo, una cifra que “se ha más que duplicado en los dos últimos meses”.