La esperada reunión entre los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, este miércoles en Beijing reflejó el buen momento en el que se encuentran las "estrechas" relaciones bilaterales, en medio de una creciente agitación en Oriente Medio por la guerra entre Israel y Hamás.
"La confianza política mutua entre los dos países se está profundizando continuamente", dijo Xi, elogiando "la estrecha y eficaz coordinación estratégica" mantenida por los dos aliados durante el encuentro, sostenido al margen del Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta.
Analistas afirman que la reunión permite a Xi presentar a China como un líder mundial y socio alternativo a los países en vías de desarrollo, al tiempo que le da a Putin la oportunidad de demostrar su relevancia como actor político a nivel internacional.
"Esta reunión defenderá la posición de Xi [de que China es] un líder mundial alternativo al Sur Global y permitirá a Putin demostrar que tiene un amigo muy poderoso [en Xi]", explicó a la Voz de América, Sari Arho Havrén, miembro asociado del Royal United Services Institute, un grupo de expertos en defensa y seguridad con sede en Londres.
También lea A 10 años de creada, la Ruta de la Seda impulsa esfuerzos de China para ampliar influencia en América LatinaLa visita de Putin a Beijing es el segundo viaje fuera de las fronteras rusas desde que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra el líder ruso en marzo. Antes, visitó Kirguistán para una cumbre de exrepúblicas soviéticas. Ninguno de los dos países son miembros de la CPI.
En el comunicado oficial publicado por la agencia de noticias Xinhua, Xi pidió esfuerzos conjuntos entre Beijing y Moscú para “salvaguardar la equidad y la justicia internacionales”, en medio de un creciente ambiente de inquietud en el mundo, especialmente en Oriente Medio, tras la agudización del conflicto entre Israel y el grupo extremista palestino Hamás.
Expertos señalan que la reticencia a comentar sobre la guerra, demuestra la intención de ambos países de mantener equilibrada su relación con Oriente Medio e Israel. "No han respaldado plenamente a Israel, pero tampoco han sido fuertes en términos de apoyo a Hamás", dijo a la VOA el investigador principal del Asia Society Policy Institute, Philipp Ivanov.
Ivanov indicó que dado su capacidad limitada para ayudar en el proceso de paz de un conflicto tan complejo, Moscú y Beijing sí podrían tratar de garantizar que este no se extienda "a una guerra más amplia”.
"Creo que China y Rusia podrían utilizar su influencia con Siria, Irán o Arabia Saudita para intentar contener el conflicto", afirmó el analista.
[Con información del corresponsal de la VOA William Yang, desde Taipéi]
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