El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, llegó a Nicaragua, tras ser expulsado del cargo el domingo, por soldados hondureños.
Las fuerzas militares detuvieron a Zelaya y lo enviaron a Costa Rica en las primeras horas del domingo, el día que él había convocado a un referéndum para cambiar la Constitución a fin de que le permitiera postularse para otro período.
Zelaya llegó a Nicaragua procedente de Costa Rica el domingo por la noche para asistir a una programada reunión de presidentes latinoamericanos este lunes.
El hombre al que los legisladores hondureños nombraron como presidente interino después del derrocamiento de Zelaya, Roberto Micheletti, dijo que su ascenso a la Presidencia fue un proceso de transición legítimo.
Micheletti, presidente del Congreso hondureño, dijo tras su juramentación que la destitución de Zelaya no fue un golpe de Estado.
Micheletti impuso un toque de queda nocturno hasta el martes.
Zelaya dice que fue víctima de un secuestro y que no reconocerá a ningún gobierno reemplazante.
El depuesto gobernante prometió cumplir su período como Presidente.
La Corte Suprema hondureña dice que ordenó al Ejército el arresto del presidente Zelaya debido a su intento de realizar un referéndum, que la corte había considerado ilegal.