Vandalismo y detenidos en Los Angeles, Oakland y San Francisco, pero en general el país está en calma y los medios y las redes sociales sirven para ventilar el enojo y la frustración por el veredicto absolutorio.
Las ciudades de Los Ángeles, Oakland y San Francisco, en California volvieron a reportar manifestaciones violentas en protesta por el veredicto del caso Zimmerman, mientras el caso sigue siendo discutido emotivamente en los medios estadounidenses y en las redes sociales, que han servido de válvula de escape.
Unos 350 policías se tomaron el distrito Crenshaw en Los Ángeles luego de que grupos de jóvenes se separaron de una manifestación pacífica y golpearon carros, rompieron ventanas, entraron a un Wal-Mart y atacaron a varias personas, entre ellas a un camarógrafo de un canal local. La policía reportó que 13 personas fueron arrestadas.
De igual manera, en la bahía de San Francisco, otros manifestantes bloquearon una importante autopista y en Oakland, decenas de manifestantes bloquearon brevemente la carretera Interestatal 880 en la hora pico.
Pero la violencia ha sido limitada y el enojo de quienes critican el veredicto se ha concentrado en los medios de comunicación y en las redes sociales, que contrario a otras experiencias recientes en el Medio Oriente y otros lugares en el mundo, han servido de válvula de escape y no de combustible para incitar protestas.
El programa Anderson Cooper 360 de la cadena CNN tuvo en sus programas del lunes por la noche a una de los miembros del jurado, identificada solo como Jurado B37, quien dijo que tres de sus compañeras de jurado inicialmente querían condenar a Zimmerman, pero que ella, en lo personal, “no dudó” que el vigilante voluntario temió por su vida y actuó en legítima defensa.
Más tarde, en la misma cadena, el presentador Piers Morgan tuvo como invitada a la amiga de Trayvon Martin, Rachel Jeantel, que testificó durante el juicio. Jeantel dijo estar “decepcionada, incrédula, molesta, confundida y furiosa” por el veredicto.
En las horas que siguieron al veredicto y en los días posteriores, millones de tuits fueron enviados con opiniones encontradas sobre el caso, incluso con menciones sobre violencia potencial, pero en general las redes sociales sirvieron de mediadoras.
Así opinó la profesora de la Universidad de Nueva York, escritora y analista de internet, Clay Shirky, quien habló con la radio pública NPR.
“Los desórdenes se originan en la gente que no tiene otros mecanismos para responder, así que otros mecanismos de respuesta pueden reducir el riesgo (de violencia)” dijo Shirky.
Unos 350 policías se tomaron el distrito Crenshaw en Los Ángeles luego de que grupos de jóvenes se separaron de una manifestación pacífica y golpearon carros, rompieron ventanas, entraron a un Wal-Mart y atacaron a varias personas, entre ellas a un camarógrafo de un canal local. La policía reportó que 13 personas fueron arrestadas.
De igual manera, en la bahía de San Francisco, otros manifestantes bloquearon una importante autopista y en Oakland, decenas de manifestantes bloquearon brevemente la carretera Interestatal 880 en la hora pico.
Pero la violencia ha sido limitada y el enojo de quienes critican el veredicto se ha concentrado en los medios de comunicación y en las redes sociales, que contrario a otras experiencias recientes en el Medio Oriente y otros lugares en el mundo, han servido de válvula de escape y no de combustible para incitar protestas.
El programa Anderson Cooper 360 de la cadena CNN tuvo en sus programas del lunes por la noche a una de los miembros del jurado, identificada solo como Jurado B37, quien dijo que tres de sus compañeras de jurado inicialmente querían condenar a Zimmerman, pero que ella, en lo personal, “no dudó” que el vigilante voluntario temió por su vida y actuó en legítima defensa.
Más tarde, en la misma cadena, el presentador Piers Morgan tuvo como invitada a la amiga de Trayvon Martin, Rachel Jeantel, que testificó durante el juicio. Jeantel dijo estar “decepcionada, incrédula, molesta, confundida y furiosa” por el veredicto.
En las horas que siguieron al veredicto y en los días posteriores, millones de tuits fueron enviados con opiniones encontradas sobre el caso, incluso con menciones sobre violencia potencial, pero en general las redes sociales sirvieron de mediadoras.
Así opinó la profesora de la Universidad de Nueva York, escritora y analista de internet, Clay Shirky, quien habló con la radio pública NPR.
“Los desórdenes se originan en la gente que no tiene otros mecanismos para responder, así que otros mecanismos de respuesta pueden reducir el riesgo (de violencia)” dijo Shirky.