Los turcos fueron a las urnas el domingo para elegir al presidente del país, pero ninguno de los dos candidatos obtuvo el 50 % de los votos, por lo que el proceso al parecer requerirá una segunda vuelta, que de ser necesaria está prevista para el 28 de mayo.
Con una inflación de más del 40 % y una crisis del costo de vida, la economía es vista como el tema más crucial para muchos votantes, pero otros aspiran a un gobierno menos centralizado.
Los expertos consideran que el presidente Tayyip Erdogan está usando su negativa como medida de presión sobre Occidente.
Turquía se ha convertido en un importante vínculo para los actores internacionales que buscan la paz en el conflicto de Ucrania.
Las conversaciones ocurrieron en línea y siguen a las del martes pasado. Ninguna de las partes ofreció detalles.
Nuevas exigencias de ambas partes afloraron en esta nueva ronda de conversaciones, aunque también habría una posible salida pacífica a la crisis por la guerra en Ucrania.
Turquía ya ha recibido a unos cuatro millones de refugiados sirios. Recibir más refugiados, ahora afganos, podría acabar con la paciencia de los turcos, que ya rechazan a los sirios, incluso llegando a actos de violencia.
EE.UU. y la OTAN habían dejado clara su objeción. Amenazaron incluso con sanciones. Pero de igual forma, Turquía dejó claro que procederán con la compra de más equipos rusos, que consideran defensivo y ninguna amenaza para la OTAN. Pero EE.UU. está en total desacuerdo.
La inminente asunción al poder del presidente electo de EE. UU., el demócrata Joe Biden, pudiera funcionar como un puente para las relaciones difíciles que han mantenido Turquía y Arabia Saudita por mucho tiempo.
Con los mosaicos cristianos cubiertos por cortinas, las oraciones musulmanas se llevarán a cabo el viernes en la icónica catedral antigua mientras Turquía se apresura a evitar las críticas, mayormente en Rusia, por revertir el monumento a una mezquita.