Miles de trabajadores y estudiantes con sus vidas repartidas entre Colombia y Venezuela están ahora atrapados e impedidos de seguir el curso normal debido al cierre de la frontera decretado el pasado 22 de febrero por el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Cientos de venezolanos cruzan cada día por las conocidas "trochas" o ilegales pasos fronterizos con Colombia, cargando pesadas mochilas de comida y medicamentos y a riesgo de cruzar ríos, cercas de alambre de púas y hasta pagar sobornos de grupos que controlan la zona.