Los asesinatos de los periodistas que cubrían fuentes de seguridad pública en medios haitianos son las últimas fatalidades registradas en ese país sumergido en una profunda crisis económica, política, social y de inseguridad ciudadana.
EE. UU. y funcionarios haitianos han estado trabajando para asegurar la liberación del grupo desde que una pandilla armada tendió una emboscada a su vehículo cuando regresaban de visitar un orfanato el pasado sábado.
La administración Biden anunció el sábado su decisión de deportar a miles de migrantes haitianos agrupados bajo un puente en Del Rio, Texas, en la frontera entre Estados Unidos y México.
Cuando los residentes del barrio Jalousie, en Puerto Príncipe, supieron del asesinato del presidente, se pusieron en alerta y buscaron hasta que en medio de maleza encontraron a hombres que detuvieron y entregaron a la policía.