La reunión de tres horas entre los mandatarios fue criticada por el ala dura del Partido Republicano. Los críticos se muestran escépticos de que Beijing quiera realmente trabajar con Washington.
China no ha ocultado sus intenciones de superar a Estados Unidos en todos los frentes, incluyendo el tecnológico. En Washington, tanto demócratas como republicanos están de acuerdo en que se debe tener una política de desarrollo tecnológico ante China que goce de respaldo bipartito.