En medio de un repunte de casos de COVID-19 en la India y otras partes del mundo, Estados Unidos se mantiene evasivo sobre una propuesta de la India y Sudáfrica en octubre de 2020 para eximir ciertos artículos del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS) de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La propuesta liberaría algunas restricciones de patentes para permitir que los países puedan fabricar versiones genéricas de las vacunas contra el coronavirus.
"Estamos trabajando con nuestros socios globales para explorar pasos pragmáticos y efectivos para aumentar la producción y la distribución equitativa de las vacunas”, dijo un representante de comercio de Estados Unidos a la Voz de América.
La administración está aún analizando los argumentos de los partidarios de la exención, entre ellos miembros del ala progresista del partido del presidente Joe Biden, quienes dicen que sería un cambio fundamental en la lucha contra la pandemia, y de opositores, senadores republicanos y la industria farmacéutica, que insisten que una fuerte protección a la propiedad intelectual es la clave de la innovación.
Su temor es que la medida podría ser contraproducente, al crear más retrasos para los ingredientes limitados de la vacuna y la revelación de secretos de comercio a rivales internacionales.
"Nuestro objetivo general es proporcionar el mayor suministro a la comunidad global de una manera económica”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien señaló que la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. no ha hecho una recomendación final sobre el asunto.
La indecisión de Estados Unidos causó desilusión entre muchos miembros de la OMC que participaron en una reunión de trabajo sobre el TRIPS el viernes.
Más de 80 miembros del cuerpo respaldan la propuesta, pero ha sido bloqueada por algunos, como la Unión Europea y EE.UU. bajo la administración Trump. Las decisiones de la OMC son por consenso.
Bajo la campaña Vacuna del Pueblo, organizaciones humanitarias, más de 60 exjefes de estado y 100 ganadores del Premio Nobel han exhortado a Biden a considerar seriamente el costo humanitario de proteger los derechos de propiedad intelectual.
"La exención de TRIPS es una de las herramientas críticas que pueden dar a los gobiernos el poder para enfrentar la situación actual de escasez de suministro”, dijo Yuanqiong Hu, asesor principal de asuntos legales y de política e Médicos Sin Fronteras, una de las organizaciones que apoyan la campaña.
Los legisladores del ala progresista del Partido Demócrata, como los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, han instado a la administración Biden a resistir la intensa presión de la industria farmacéutica. Recientemente, directores de laboratorios como Moderna, Pfizer y AstraZeneca se reunieron con la representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai para cabildear contra la exención.
En marzo, el grupo comercial PhRMA envió una carta a Biden que advertía que socavar la propiedad intelectual dificultaría la respuesta al COVID-19 y las variantes emergentes.
"Una exención de propiedad intelectual no ayudaría a acelerar el acceso a la vacuna contra COVID-19 o abordar los obstáculos muy reales de la logística y la cadena de suministros”, dijo a la VOA un portavoz de PhRMA por correo electrónico. “Lo que puede seguir ayudando es la colaboración global, la cooperación y los acuerdos de licencias, que los fabricantes de vacunas siguen persiguiendo”.
Sin embargo, los proponentes de la exención dicen que eso no es cierto.
"Sabemos que hay una gran capacidad sin usar en los países en desarrollo”, dijo Hu, de Médicos Sin Fronteras. “Levantar la prohibición podría ser una ayuda transformativa y sustantiva para compañías que están listas y capacitadas, pero temen ser blanco de demandas”.
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