El Acuerdo de París sobre el cambio climático se acerca a su quinto aniversario, lo que marca el acuerdo histórico entre 196 naciones, incluido Estados Unidos, para fortalecer la respuesta global a esta amenaza al frenar las emisiones internacionales de efecto invernadero.
El presidente republicano Donald Trump, quien una vez descartó el cambio climático que catalogó como un "engaño", retiró a Estados Unidos del pacto a principios de este año, argumentando que colocaba al país en una desventaja económica injusta. Pero el proyectado presidente electo Joe Biden, quien era el vicepresidente en las administraciones del presidente Barack Obama cuando negoció el acuerdo, se ha comprometido a unirse al acuerdo climático de París poco después de su juramento el 20 de enero.
El plan climático promovido por Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris ha sido calificado como el más ambicioso de cualquier administración estadounidense hasta el momento, con una inversión propuesta de 1,7 billones de dólares para llevar al segundo mayor emisor de carbono del mundo a cero neto para 2050. Cero significa que el país recapturaría o eliminaría tanto carbono como emite.
Después de ser proyectado como el ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, Biden nombró al exsecretario de Estado John Kerry como el primer enviado climático del país. El equipo de transición de Biden dijo que Kerry, quien originalmente firmó el acuerdo de París en nombre de EE.UU., tendrá un asiento en el Consejo de Seguridad Nacional, lo que refleja el "compromiso de la administración entrante de abordar el cambio climático como un problema urgente de seguridad nacional".
Según el Pew Research Center, aproximadamente dos tercios de los estadounidenses piensan que el gobierno debería hacer más para enfrentar el cambio climático, y Kerry está de acuerdo.
"El señor presidente electo, ha presentado un audaz plan climático transformador. Pero también ha subrayado que ningún país solo puede resolver este desafío”, dijo Kerry en Delaware cuando Biden presentó a su equipo de seguridad nacional. "El fracaso no es una opción. Tener éxito juntos significa aprovechar lo mejor del ingenio, la creatividad y la diplomacia estadounidenses, desde el poder del cerebro hasta el poder de las energías alternativas".
Si bien algunas corporaciones importantes apoyan el refuerzo de las políticas de cambio climático en el país, incluidas Apple, Google, Goldman Sachs y Royal Dutch Shell, la mayor tarea de Kerry será generar confianza a nivel internacional. Después de los retrocesos de Trump de numerosas regulaciones ambientales y la salida del acuerdo de París, la credibilidad de Estados Unidos sobre el cambio climático ha flaqueado en los últimos cuatro años.
Impulso del Reino Unido
A pesar del plan declarado de la administración entrante de Biden para volver a unirse al pacto, Estados Unidos no participará el 12 de diciembre cuando el Reino Unido y la ONU organicen una cumbre climática para celebrar el aniversario de la conferencia sobre cambio climático COP21 que resultó en el acuerdo.
En preparación para la cumbre del quinto aniversario, el primer ministro británico Boris Johnson anunció recientemente que el Reino Unido para 2030 reduciría las emisiones en al menos un 68% desde los niveles de 1990. Eso pondría al país en el camino de lograr cero neto para 2050.
Johnson describió la crisis climática como un “esfuerzo global” y alentó a sus compañeros líderes mundiales a proponer sus propios planes ambiciosos para reducir las emisiones de carbono en la Cumbre de Ambición Climática del 12 de diciembre.
El Reino Unido no es el único que establece objetivos ambiciosos. La Unión Europea, que según un estudio redujo las emisiones de carbono en un 24% entre 1990 y 2019, se ha fijado el objetivo de ser cero neto para 2050.
Importancia de China en el acuerdo mundial
Según la base de datos de emisiones de la Comisión Europea, los siete países que firmaron el acuerdo de París pero que aún no lo han ratificado representan alrededor del 4% de las emisiones globales. Estados Unidos es responsable del 13%, solo superado por China.
China, el país emisor más grande del mundo, ha lanzado un plan para convertirse en carbono neutral para 2060.
Robert Stavins, profesor de la Escuela Kennedy en la Universidad de Harvard y director del Proyecto de Harvard sobre Acuerdos Climáticos, cree que el objetivo es elevado pero no está fuera de alcance.
"El objetivo de China para 2060 de neutralidad de carbono es ambicioso", dijo Stavins en un correo electrónico a la Voz de América, "pero dada la naturaleza de los procesos políticos de China, se puede lograr si se implementan comandos muy agresivos o políticas basadas en incentivos, comenzando ahora".
Nathaniel Keohane, vicepresidente senior de clima del Fondo de Defensa Ambiental, dijo a la VOA en una declaración escrita que el objetivo de China envía una señal al resto del mundo.
“La dirección de viaje de las emisiones de carbono ya no está en duda: el mundo va a cero emisiones. Ahora es solo una cuestión de qué tan pronto podemos llegar allí”, dijo.
China representa casi el 30% de las emisiones de CO2 del mundo y, según investigadores del Instituto de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Tsinghua, el país tiene como objetivo lograr emisiones netas cero para 2050 y buscar recuperar más carbono del que emite en los años siguientes.
Para hacerlo, más del 85% de toda la energía y el 90% de toda la electricidad deberán provenir de fuentes de energía no fósiles para 2050. Además, el país deberá encontrar mejores formas de atrapar y absorber las emisiones de carbono existentes.
“La pregunta clave para China ahora es cómo traducir ese objetivo de 2060 en una acción a corto plazo en su próximo plan quinquenal y un ambicioso objetivo provisional en su iniciativa Beautiful China 2035”, dijo Keohane.
Incluso con 2060 lejos, Keohane dijo que China debe actuar rápidamente para compensar sus emisiones de CO2 mucho antes. “El logro de estos objetivos también depende de la cantidad de dióxido de carbono que se emite a lo largo del camino de alcanzar la cifra cero, por lo que la acción a corto plazo es fundamental para el éxito”, dijo Keohane.
Para estar en camino de cumplir el objetivo de Biden de neutralidad de carbono para 2050, Rhodium Group estima que Estados Unidos deberá reducir las emisiones en un 43% durante la próxima década.