El gobierno de Estados Unidos buscará llevar a cabo programas para que las personas que viven en Centroamérica y quieran solicitar asilo o migrar hacia Estados Unidos puedan hacerlo desde sus propios países, adelantó en entrevista con la Voz de América, Roberta Jacobson, coordinadora de asuntos de la frontera de la Casa Blanca.
La idea, explicó Jacobson a la VOA, es que si una persona vive “por ejemplo en Honduras y tiene miedo por su familia y su vida, por razones de seguridad (…) pueda elegir empezar el proceso de asilo en su propio país”.
El presidente Joe Biden prometió “modernizar” el sistema migratorio de EE. UU. y el martes firmó una serie de decretos sobre este tema, en los que ordenó revisar algunas de las políticas del gobierno anterior. Entre ellas, los acuerdos asilo con Guatemala, Honduras y El Salvador y el programa conocido como Protocolo para la Protección de Migrantes (MPP), que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se resuelve su caso.
Jacobson contó a la VOA que el gobierno Biden va a “ampliar(…) y revisar los programas de asilo” y dio como ejemplo un plan vigente durante el gobierno de Barack Obama -cuando Biden era vicepresidente- que permitía que padres que tuvieran estatus legal en EE.UU. pudieran pedir que sus hijos vinieran al país como refugiados.
“Vamos a implementar programas que puedan trabajar para proteger a los migrantes en sus propios países, quizás en otros lugares de reasentamiento”, dijo Jacobson.
Al ser consultada por la VOA sobre cuál es la diferencia entre su propuesta y los acuerdos de asilo firmados bajo el gobierno del expresidente Donald Trump, que daban a EE. UU. la capacidad de enviar a solicitantes de asilo al Triángulo Norte, Jacobson dijo que los segundos no tenían en cuenta la voluntad de las personas
“Las acuerdos no fueron voluntarios", explicó Jacobson. "Si usted pasó por algún país antes de llegar a EE. UU. o México, podía ser trasladado a ese país otra vez, no importa si ese era su deseo o no”.
“Dignidad” para los solicitantes de asilo
La funcionaria explicó que el gobierno Biden busca “ofrecer alternativas y ayuda” pero también asegurar que las personas que deciden viajar EE. UU. sean tratadas “con dignidad y con un proceso en la frontera que sea ágil y rápido”.
Entre enero del 2019, cuando se implementó el programa de MPP bajo la administración de Donald Trump, hasta diciembre del 2020, al menos 70.000 personas han sido devueltas a México para esperar sus audiencias ante la corte de migración, según datos del centro TRAC de la Universidad de Syracuse.
Jacobson subrayó que el mensaje que la Casa Blanca quiere dar en este momento es que las personas que desean solicitar asilo no “deben empezar el viaje” hacia el norte porque es “muy peligroso”.
El mensaje es espera, va a haber más opciones, más seguras y menos costosas"
Roberta Jacobson, coordinadora de asuntos de la frontera de la Casa Blanca
“El mensaje es espera, va a haber más opciones, más seguras y menos costosas (…), para quizás tener la posibilidad de llegar a EE. UU. en el futuro”, dijo la funcionaria y agregó que, ahora mismo, “muchas personas no van a lograr sus peticiones de asilo en EE. UU. y es posible que sean regresadas a sus países”.
Grupos de defensa de los derechos humanos, como Humans Right Watch, criticaron duramente los acuerdos de asilo firmados por el gobierno Trump, asegurando que los países centroamericanos no pueden ofrecer protección suficiente a los solicitantes de asilo.
La funcionaria de la Casa Blanca aseguró que el gobierno Biden va a destinar 1.000 millones de dólares anuales en ayuda a Centroamérica y México, con el objetivo de “reducir las causas de la migración”. Específicamente, Jacobson mencionó programas en “pueblos y áreas” de las que salen muchas personas hacia EE. UU.
Jacobson lamentó que el gobierno Trump haya congelado algunos de los proyectos a Centroamérica durante su mandato: “Realmente fue una pérdida de tiempo”.