El gobierno de Estados Unidos dice estar “profundamente preocupado” por el arresto de la expresidenta interina boliviana Jeanine Áñez y otros funcionarios cercanos a ella. En un comunicado, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se ha referido a esta situación como un “signo de comportamiento antidemocrático y la politización del sistema legal en el país sudamericano.
“Sumamos nuestra voz a las numerosas declaraciones de la Unión Europa, la Conferencia de Obispos Católicos de Bolivia, las organizaciones bolivianas e internacionales de derechos humanos y otros que han planteado públicamente serias dudas sobre la legalidad de estos arrestos”, manifestó el alto funcionario en el documento difundido este sábado, agregando que considera que la justicia boliviana está vertiendo “acusaciones sin fundamento” contra Áñez.
Los antecedentes
La también exsenadora asumió el cargo el 12 de noviembre de 2019 después de que Evo Morales saliera del país en dirección a México para luego instalarse en Argentina como un asilado político. Morales había sido acusado de fraude electoral durante los comicios de ese año.
Tras la repetición de las elecciones y con Evo Morales de nuevo en el país, una juez decretó prisión preventiva para Jeanine Áñez y la acusó de los delitos de sedición, conspiración y terrorismo.
Sobre eso, Blinken señaló “las aparentes violaciones del debido proceso (judicial) en su ejecución” y lamentó “la naturaleza altamente politizada de la persecución del Gobierno boliviano”.
Con todo, dijo “celebrar el éxito democrático de las elecciones de octubre con el pueblo boliviano”, en las que Luis Arce, del partido Movimiento al Socialismo (MAS), salió vencedor.
“Expresamos nuestras felicitaciones y mejores deseos por una relación sólida y de mutuo respeto con la administración Arce”, dijo el secretario de Estado al tiempo que recordaba que “las recientes detenciones de funcionarios del gobierno interino no van acorde con los ideales democráticos de Bolivia”.
En su opinión, estas acciones “desacreditan los extraordinarios esfuerzos de tantos votantes, candidatos y servidores públicos bolivianos que permitieron las elecciones nacionales de octubre de 2020, así como la votación subnacional del 7 de marzo”.
Ante este escenario, Blinken instó al ejecutivo de Arce para que dejara clara su postura pacífica en esta cuestión. “Hacemos un llamado al Gobierno boliviano para que deje claro su apoyo a la paz, la democracia y la reconciliación nacional, incluso liberando a los exfuncionarios detenidos en espera de una investigación independiente y transparente sobre las preocupaciones sobre derechos humanos y el debido proceso”.
Además, también quiso extender ese llamado a “todos los bolivianos, tanto autoridades como manifestantes” para que actúen “con la misma paz, moderación y respeto que demostraron al mundo durante el reciente proceso electoral”.
“Estados Unidos apoya a sus amigos y vecinos bolivianos en nuestra búsqueda compartida de sociedades más pacíficas, prósperas y democráticas”, concluyó.