Fiscales estadounidenses dijeron el martes que ya han identificado a más de 170 personas para potenciales cargos criminales relacionados con el violento asalto al Capitolio del Congreso la semana pasada y esperan que la cifra crezca a centenares en las próximas semanas mientras se realiza una búsqueda a nivel nacional de los simpatizantes de Trump involucrados en los violentos hechos.
Michael Sherwin, el fiscal adjunto del Distrito de Columbia, dijo a los periodistas que más de 70 personas han sido acusadas hasta ahora en el Distrito de Columbia, mientras los fiscales preparan cargos para por lo menos otras 100.
“El número, sospecho, crecerá a centenares”, dijo Sherwin durante una rueda de prensa sobre los hechos de violencia que dejaron cinco muertos, incluyendo a un oficial de policía del Capitolio.
Mientras tanto, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer dijo que a los simpatizantes del presidente Donald Trump que atacaron el Capitolio se les debería prohibir abordar aviones comerciales. Llamó a los que eran parte de la turba “insurrectos” que representan una amenaza a la seguridad nacional y deberían ser agregados a la lista de quienes no pueden volar.
"No podemos permitir que estos insurrectos aborden un avión y causen más violencia y más daños”, dijo Schumer en una rueda de prensa. El demócrata por Nueva York está a punto de convertirse en el líder de la mayoría en el Senado, una vez que su partido asuma el control.
El FBI dijo que está “activamente” considerando la idea de prohibirles abordar vuelos comerciales.
La investigación federal del ataque del 6 de enero al Capitolio está ganando intensidad rápidamente.
Sherwin dijo que ha establecido una fuerza de tarea de fiscales especializados en seguridad nacional y corrupción pública para perseguir casos más serios de sedición y conspiración contra algunos de los detenidos. Esos cargos conllevan una pena de hasta 20 años en prisión.
El rango de conducta criminal en una sola ubicación, desde simple violación a la propiedad hasta robo de correo o agresión a un oficial de policía es sin precedentes, dijo Sherwin. En muchos casos, el FBI se ha pasado en cargos menores para hacer los arrestos. Una vez presentados esos cargos, dijo Sherwin, los fiscales pueden entonces acusar a los detenidos con cargos más serios.
Un gran Jurado federal en Washington D.C. escuchó el lunes horas de evidencias presentadas por fiscales en varios casos de delitos mayores involucrando posesión de artefactos destructivos y posesión de un arma de asalto semiautomática, dijo Sherwin.
Steven D'Antuono, director adjunto de la oficina del FBI en Washington, dijo a los periodistas que el buró ha recibido más de 100.000 pistas de fotos y vídeos de ciudadanos particulares después de los hechos de violencia.
El ataque se produjo luego de que miles de simpatizantes de Trump molestos por sus falsos alegatos de que su reelección fue robada, marcharan de cerca de la Casa Blanca hacia el Capitolio. Centenares irrumpieron a las áreas que conectan el Senado y la Cámara de Representantes del Congreso, saqueando oficinas y forcejeando con policías. La violencia dejó a cinco personas muertas, incluyendo un oficial de policía del Capitolio y una simpatizante de Trump que fue baleada por la policía.
El episodio, el primer ataque violento de gran escala contra el Capitolio en más de 200 años, ha llevado a los demócratas a lanzar un esfuerzo por destituir a Trump bajo cargos de incitar a la violencia y generó interrogantes sobre la capacidad de las agencias del orden para evitar los hechos.