Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos destituyeron a la representante Liz Cheney de su puesto de liderazgo en el partido por sus críticas a las acusaciones de fraude del expresidente Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.
En una votación a puerta cerrada y a voz alzada, por lo que no queda registro de la misma, el caucus votó para destituir a la hija del exvicepresidente Dick Cheney de su cargo como presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara, el tercer puesto más alto de la dirección republicana en esa instancia, responsable de comunicar el mensaje del partido al público en general.
Cheney, la única congresista del estado de Wyoming, ha denunciado firmemente las afirmaciones del expresidente Trump de que él, y no el demócrata Joe Biden, ganó legítimamente las elecciones de noviembre, a pesar de que su campaña perdió numerosos desafíos judiciales para revocar los resultados finales en estados clave.
Este miércoles, tras ser defenestrada, la republicana, se reafirmó en su postura y sostuvo que "no es posible" aferrarse al mismo tiempo a la "gran mentira" -en referencia a las alegaciones sin fundamento de Trump- y a la Constitución.
"Haré todo lo que pueda para asegurarnos de que el expresidente no vuelva a acercarse a la Sala Oval", advirtió.
Una relación marcada por el asalto al Capitolio
Cheney, primero provocó críticas dentro del partido cuando votó a favor de la acusación de Trump por su papel en la incitación a la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, cuando cientos de sus partidarios irrumpieron en el edificio para evitar que los legisladores certificaran la victoria de Biden en el Colegio Electoral.
En un discurso en la Cámara de Representantes el martes por la noche, Cheney describió los continuos esfuerzos de Trump para deslegitimar los resultados de las elecciones como "una amenaza que Estados Unidos nunca había visto antes".
“Un expresidente que provocó un ataque violento en este Capitolio en un esfuerzo por robar las elecciones ha reanudado su agresivo esfuerzo para convencer a los estadounidenses de que las elecciones le fueron robadas. Se arriesga a incitar a más violencia", afirmó.
Defendiendo su acérrimo historial conservador, Cheney dijo que "el más conservador de los principios conservadores es la reverencia por el estado de derecho". Dijo que “no se quedará sentada y observará en silencio mientras otros llevan a nuestro partido por un camino que abandona el estado de derecho y se une a la cruzada del ex presidente para socavar nuestra democracia”.
La representante Elise Stefanik de Nueva York, que ha respaldado con entusiasmo las afirmaciones de Trump, probablemente sea elegida para reemplazar a Cheney como presidenta de la conferencia del partido. El líder republicano de la Cámara, Kevin McCarthy, anunció su apoyo a Stefanik durante una entrevista reciente con Fox News.
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