Con alrededor del 90% de los votos escrutados el miércoles, el partido Likud del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaba en línea para tener la mayor cantidad de escaños en el Parlamento, pero carecía de un camino claro para formar una coalición de Gobierno.
Un bloque anti-Netanyahu liderado por el partido rival más cercano, Yesh Atid, también se quedó corto de lo que se necesitaría para formar el próximo gobierno de Israel.
La falta de un ganador claro en la votación del martes, la cuarta elección parlamentaria en Israel en el lapso de dos años, planteó la posibilidad de una quinta votación por venir.
Se espera que los funcionarios electorales terminen de contar las boletas de los colegios electorales regulares en algún momento del miércoles. Se necesitaron contar otras 450.000 papeletas de los que votaron fuera de su zona de votación.
Después de tres elecciones previas no concluyentes, Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, firmaron un acuerdo de reparto del poder para formar Gobierno en mayo de 2020. Pero ese acuerdo se vino abajo a fines del año pasado debido a la falta de consenso sobre un presupuesto, lo que desencadenó la nueva convocatoria electoral.