En medio de la crisis, precipitada por la retirada militar estadounidense de Afganistán, el debate mundial sobre cómo ayudar a los refugiados y desplazados internos en riesgo (PDI, por sus siglas en inglés) ha llevado a las naciones occidentales a actuar.
Canadá, a diferencia de Gran Bretaña y Estados Unidos, ha iniciado un programa para solicitar asilo para los afganos que no trabajaron para su gobierno. El Gobierno de Ottawa anunció que aceptará hasta 20.000 refugiados afganos amenazados por los talibanes. Estos refugiados son adicionales y separados de los afganos que ayudaron a su gobierno.
Gran Bretaña está trabajando para evacuar a los afganos que hayan trabajado para su gobierno durante los últimos 20 años.
Estados Unidos ha implementado un programa similar durante varios años. La visa de inmigrante especial (SIV) cubre a afganos e iraquíes que trabajaron formalmente para el ejército de los EE. UU. o en la embajada, particularmente como traductores e intérpretes. Un máximo de 50 personas al año pueden solicitar visas a través del SIV.
Sin embargo, muchos se han quejado de que el proceso estaba atrasado incluso antes de la retirada militar.
"El gobierno de los Estados Unidos... realmente solo tenía la visa SIV", dijo a la Voz de América, Deepak Ahluwalia, un abogado de inmigración en Fresno, California.
Pakistán está reforzando los muros fronterizos a lo largo de su frontera con Afganistán. En julio, dijo que no aceptaría más refugiados afganos. Actualmente, Pakistán alberga a 1,4 millones de refugiados afganos registrados, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Algunas organizaciones estiman que 1,6 millones más viven en Pakistán sin estar registrados.
"Estamos dispuestos a ayudar, pero esta vez no estamos en condiciones de acoger a nuevos refugiados. Las fuerzas internacionales y la ONU deberían hacer arreglos para ellos dentro de Afganistán", dijo en entrevista con la VOA en el mes de julio Moeed Yusuf, asesor de seguridad nacional de Pakistán.
Estamos dispuestos a ayudar, pero esta vez no estamos en condiciones de acoger a nuevos refugiados"
Moeed Yusuf, asesor de seguridad nacional de Pakistán
Irán ha instalado cientos de tiendas de campaña en tres regiones fronterizas con Afganistán, informó el funcionario del Ministerio del Interior, Hossein Qasemi, a la agencia estatal de noticias de Irán, IRNA.
"Esperamos que esos refugiados afganos regresen a casa cuando la situación mejore en Afganistán", dijo Qasemi. Se estima que 780.000 refugiados afganos viven actualmente en Irán, según las últimas cifras de la ONU.
Juntos, Irán y Pakistán albergan alrededor del 90% de los refugiados afganos en todo el mundo. Más de medio millón de afganos se han visto desplazados internamente en 2021, incluso desde antes de la retirada militar de Estados Unidos y la consiguiente toma de poder de los talibanes.
Varios países europeos dijeron que suspenderían cualquier deportación a Afganistán, pero algunos Estados miembro de la Unión Europea han expresado su oposición a aceptar refugiados.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió una reacción violenta el lunes después de una fuerte declaración contra los afganos que viajan a Europa. "Debemos anticiparnos y protegernos de importantes flujos migratorios irregulares que pondrían en peligro a los migrantes", dijo.
En un mensaje de video enviado el martes, Macron dio marcha atrás en esta declaración y reiteró su compromiso de ayudar, especialmente a los afganos que ayudaron al ejército francés.
Sin embargo, Francia es uno de varios países europeos que dijeron que detendría los retornos a Afganistán, una medida alabada por la ONU, que está presionando a otros países para que hagan lo mismo.
Se han registrado escenas devastadoras de Kabul desde que los talibanes se adjudicaron la victoria sobre la capital el domingo. Multitudes desesperadas esperaban seguridad y escape en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai en Kabul, donde varias personas murieron durante el fin de semana.
Pero Joseph Azam, un miembro de la junta de la Fundación Afgano Americana, dijo a la VOA que la gran mayoría de los afganos no pueden llegar a Kabul o pagar un vuelo, incluso cuando los vuelos comerciales vuelven a estar disponibles.
"Afganistán es un país de entre 35 y 40 millones de habitantes. Kabul tiene 5 o 6 millones. Por lo tanto, la mayoría de la gente no puede salir literalmente por aire", dijo Azam.
Las barreras para salir del país van desde la falta de financiación hasta el peligro de viajar por tierra a un aeropuerto.
"Para los afganos sin conexiones o algún estatus que les permita técnicamente ser evacuados o darles un paso seguro o un lugar adonde ir, creo que las perspectivas son sombrías", agregó Azam.
Ahluwalia y Azam señalaron que, si bien la situación cambia a diario, la mayoría de los países ha hecho muy poco movimiento, si es que lo ha hecho, para garantizar la seguridad o la reubicación de los afganos amenazados por un nuevo gobierno talibán.
"Tenía correos electrónicos en mi bandeja de entrada de personas de Afganistán que me decían: 'Oye, mira, esta es mi información y solo quiero salir de aquí. ¿Puedes ayudarme?'", Relató Ahluwalia. "Y la respuesta es, no puedo".
