Estados Unidos está "observando con profunda preocupación" cómo los insurgentes talibanes toman el control de más y más territorio en Afganistán mientras las fuerzas estadounidenses regresan rápidamente a casa bajo las órdenes de retirada del presidente Joe Biden, dijo el domingo el portavoz del Pentágono, John Kirby.
"Este es el momento para que [las tropas del gobierno afgano] den un paso al frente y defiendan su país", dijo Kirby al programa "Fox News Sunday". "Este es un momento de responsabilidad".
Durante casi dos décadas, Estados Unidos ha proporcionado a Afganistán miles de millones de dólares en armamento para defenderse, pero con la retirada de las tropas prevista por Biden para finalizar el 31 de agosto, el control del país es cada vez más incierto.
Los insurgentes talibanes dicen que ya controlan el 85% del país, una afirmación controvertida. Pero Kirby no cuestionó una evaluación de Fox News de que 13 millones de afganos viven bajo el control de los talibanes, 10 millones bajo el gobierno afgano y 9 millones en regiones en disputa.
Las tropas de Estados Unidos llegaron al país por primera vez en 2001 para invadir las bases donde los terroristas de al-Qaida se entrenaron para lanzar los ataques aéreos del 11 de septiembre contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono. Los ataques costaron la vida de casi 3.000 personas.
Incluso con la retirada de las tropas estadounidenses, Kirby dijo que los comandantes estadounidenses podrían asesorar a las fuerzas afganas desde bases en otros países. Pero las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en su mayoría ya han abandonado Afganistán. La retirada se completará a finales de agosto.
La semana pasada, Biden defendió firmemente la retirada de las tropas estadounidenses, incluso frente a los avances de los talibanes.
"No fuimos a Afganistán para construir una nación", dijo Biden en la Casa Blanca. "Es el derecho y la responsabilidad del pueblo afgano decidir solo su futuro y cómo quieren gobernar su país".
Biden describió que la reducción de tropas se llevó a cabo de "manera segura y ordenada". Hace días, las fuerzas estadounidenses se retiraron del gigantesco aeródromo de Bagram, el punto central de las operaciones militares estadounidenses. Biden se ha comprometido a evacuar rápidamente a miles de traductores afganos y sus familias que trabajaban para Estados Unidos. Dijo que el procesamiento de visas especiales de inmigrantes se había "acelerado dramáticamente".
El líder estadounidense enfatizó que le corresponde al gobierno afgano determinar su propio destino.
“Casi 20 años de experiencia nos han demostrado, y la situación de seguridad actual solo lo confirma, que solo un año más de lucha en Afganistán no es una solución, sino una receta para estar allí indefinidamente”, dijo. “Depende de los afganos para tomar la decisión sobre el futuro de su país".
Un reportero que cuestionó la retirada de las tropas obtuvo una fuerte respuesta de Biden. Cuando se le preguntó si confiaba en los talibanes, Biden respondió: "¿Es esa una pregunta seria?"
"Es una pregunta tonta. ¿Confío en los talibanes? No. Pero confío en la capacidad del ejército afgano, que está mejor entrenado, mejor equipado y más competente en términos de conducir la guerra", dijo Biden.
El ex presidente Donald Trump, que perdió la reelección en la contienda contra Biden en las elecciones de noviembre pasado, ha dicho que habría retirado todas las tropas para el 1 de mayo, lo que Biden catalogó como demasiado rápido.
Pero Biden dijo que era el cuarto presidente de Estados Unidos en presidir las fuerzas estadounidenses en Afganistán y que no entregaría la responsabilidad a un quinto.
Cuando anunció por primera vez los planes en abril para poner fin a la presencia de Estados Unidos en el país, dijo que Estados Unidos "no puede continuar el ciclo de extender o expandir nuestra presencia militar en Afganistán con la esperanza de crear las condiciones ideales para nuestra retirada y esperar un resultado diferente".
La salida de las tropas extranjeras es el resultado de un acuerdo negociado por Washington con los talibanes en febrero de 2020 bajo el entonces presidente Trump. Requiere que los insurgentes luchen contra el terrorismo en suelo afgano y negocien un acuerdo de paz política con el gobierno de Kabul.
Sin embargo, las negociaciones de paz gestionadas por Estados Unidos han avanzado lentamente desde que comenzaron en septiembre pasado en Qatar y han tenido poco éxito.
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