Rusia organizó en Moscú un desfile militar del Día de la Victoria que había sido pospuesto, en momentos en que el presidente Vladimir Putin busca consolidar su apoyo al acercarse un referéndum que podría pavimentar el camino hacia un prolongado mandato.
El desfile, que conmemora la derrota en 1945 de la Alemania Nazi, en la Segunda Guerra Mundial, es tradicionalmente realizado el 9 de mayo.
Putin pospuso de mala gana el evento hasta el 24 de junio debido a la pandemia del coronavirus. La fecha coincide con el 75 aniversario del primer Desfile de la Victoria Soviética, en 1945.
Para Putin el evento es particularmente significativo este año pues se celebra antes del voto nacional del 1 de julio en una serie de controvertidas enmiendas a la Constitución, que abrirían la puerta para que el líder ruso permanezca en el poder hasta el 2036. La votación había sido programada para el 22 de abril, pero fue pospuesta por la pandemia.
Desde su llegada al poder hace dos décadas, Putin ha buscado, como presidente o primer ministro, restaurar los símbolos del pasado soviético y ruso para exacerbar el patriotismo.
Una nueva Catedral de las Fuerzas Armadas Rusas fue consagrada el 14 de junio, para conmemorar el 75 aniversario de lo que el Kremlin llama la “Gran Guerra Patriótica”, un conflicto en el que perecieron más de 20 millones de soldados soviéticos.
Pero el espectáculo del poderío militar en la Plaza Roja de Moscú, con la participación de unas 14.000 tropas de 13 países, mas de 200 vehículos militares históricos y modernos, y 75 aviones, fue eclipsado por la pandemia del coronavirus.
La mayoría de las tropas en el desfile eran rusas. También había tropas de Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, China, India, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Mongolia, Serbia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
Rusia ha reportado unas 600.000 infecciones de coronavirus, ubicándose en tercer lugar en el mundo. Ha habido más de 8.000 muertes, pero las cifras reales se sospecha podrían ser mayores.
Rusia empezó en semanas recientes a levantar las restricciones, pero los nuevos casos se mantienen tercamente en unos 7.000 diarios.
Putin ha pasado la mayor parte de la pandemia atendiendo asuntos de Estado desde su residencia en las afueras de Moscú.