Los combatientes talibanes invadieron gran parte de la ciudad de Kunduz junto con las capitales de las provincias de Takhar y Sar-e-Pul en el norte y noreste de Afganistán el domingo después de intensos combates que duraron varios días.
Cientos de familias huyeron de Kunduz, en la provincia del mismo nombre, dejando todo atrás. Los videos de las redes sociales mostraron a personas corriendo entre el pánico y las nubes de humo negro elevándose en el fondo mientras partes de la ciudad ardían entre las llamas.
Farid, un residente de Kunduz que escapó, dijo a la VOA que la población ha sido miserable durante los últimos dos días desde que los talibanes atacaron.
“Las tiendas están quemadas, la ciudad está cerrada, los combates continúan; no hay agua ni comida”, dijo.
Los talibanes afirmaron que habían capturado la ciudad, pero el gobierno afgano dijo que había lanzado una contraofensiva.
"Se ha llevado a cabo con éxito una operación conjunta de las Fuerzas de Defensa y Seguridad Nacional de Afganistán (ANSDF) en la ciudad de Kunduz, con muchas áreas de la ciudad recapturadas y muchos terroristas muertos y heridos", tuiteó el domingo tarde Mirwais Stanekzai, portavoz del Ministerio del Interior.
Un testigo dijo que los talibanes estaban usando Humvees blindados que habían capturado a las fuerzas de seguridad afganas en combates anteriores.
Otro testigo, Sayed Rahman, dijo que los talibanes también capturaron la prisión de Kunduz. Los videos de las redes sociales mostraron a los reclusos huyendo después de que los talibanes irrumpieron en la prisión.
Esta es la tercera vez desde 2015 que los talibanes han logrado invadir Kunduz, pero las dos últimas veces solo pudieron controlar la ciudad durante unos días.
Mientras tanto, los talibanes afirmaron que también se habían apoderado de Taluqan, la capital de Takhar, así como de Sar-e-Pul, la capital de la provincia de Sar-e-Pul. Fuentes gubernamentales no confirmaron esta afirmación.
Las fuentes dijeron a VOA que los talibanes estaban controlando gran parte de Sar-e-Pul mientras las fuerzas de seguridad afganas se habían retirado a una base militar en las afueras de la ciudad.
Al condenar la "nueva ofensiva violenta de los talibanes contra varias ciudades afganas", indicó en un tuir la embajada de Estados Unidos en Kabul, afirmando que las acciones del grupo militante para imponer por la fuerza su gobierno son inaceptables y que "no los acercarán a la legitimidad que desean".
El domingo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió un comunicado en el que pedía a los talibanes que "suspendieran sus operaciones ofensivas y entablaran un diálogo de buena fe para lograr un arreglo negociado del conflicto".
La declaración también criticó duramente a los talibanes por presuntas violaciones de derechos humanos, incluida la "entrada forzosa en los recintos de ONG internacionales y el uso de civiles como escudos humanos".
Mientras tanto, los legisladores de las provincias del norte de Kunduz y Jawzjan criticaron al gobierno por ignorar sus áreas y dijeron que afectaría la seguridad de las provincias cercanas, según el canal local Tolo News.
La toma de posesión de las capitales de provincia por los talibanes comenzó con Zaranj en Nimruz el viernes. El sábado, Sheberghan, la capital de Jawzjan, también cayó ante los militantes.
La semana pasada, el presidente Ashraf Ghani anunció un nuevo plan para hacer frente a la ofensiva de los talibanes que había ayudado al grupo militante a lograr grandes avances territoriales en todo el país desde mayo, cuando las fuerzas internacionales comenzaron a irse.
"Quiero decirles que se está preparando un plan claro para alcanzar la estabilidad en seis meses y que la implementación del plan ha comenzado", dijo Ghani en su discurso ante una sesión conjunta especial del parlamento afgano el 2 de agosto.
Mientras tanto, el periodista Toofan Omari, que trabajaba con la radio local Paktia Ghazh, murió en un ataque cuando regresaba a Kabul desde el distrito de Bagram, confirmó su familia. La estación de radio dedicó la mitad de su cobertura a los problemas de la mujer.
Abogado de formación, Omari trabajaba en estrecha colaboración con Nai Media Institute, una organización afgana que apoya a los medios libres en el país. NMI ha pedido al gobierno afgano que lleve ante la justicia a los culpables del ataque. Hasta ahora, ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad.
Omari también estaba trabajando con la oficina del fiscal general como fiscal. El ataque a Omari también mató a otro abogado e hirió a un tercero, según un comunicado de la oficina del Fiscal General.
[El corresponsal de seguridad nacional de la VOA, Jeff Seldin, contribuyó a este informe]
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