La desinformación continúa marcando el proceso de vacunación contra el COVID-19 en Venezuela, donde diversos sectores de la sociedad civil insisten en denunciar la falta de transparencia con la que el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha manejado información que debería ser pública.
Expertos coinciden en manifestar preocupación ante la ausencia de un plan nacional de vacunación que, entre otras cosas, responda a la población cuándo, cómo y dónde le corresponde ser inmunizado.
Tampoco hay precisión oficial sobre el número de dosis y de personas que han sido vacunadas hasta la fecha.
“Vacunas chinas están llegando sólo que el Ministerio no las está anunciando. Entonces hay vacunas pero se saltaron el plan y se hace de manera desorganizada, desordenada y politizada con la página patria y el carnet. La solución es ampliar puestos de vacunas”, expuso el fin de semana la organización Médicos Unidos de Venezuela en su cuenta de Twitter.
Consultado por VOA, Jaime Lorenzo, director de la organización que reúne a trabajadores sanitarios, aseguró que “al no existir un plan nacional de vacunación”, la poca información que circula se conoce gracias a comunicadores sociales y organizaciones que tratan de cotejar los pocos datos que han salido a la luz pública.
“Evidencian totalmente que el número de dosis anunciadas que han sido recibidas en Venezuela es mucho menor que el número de dosis colocadas y todo esto es en función a la vacuna china debido a que es la única vacuna que se está colocando en nuestros centros de vacunación”, dijo.
Respecto a la segunda dosis de las vacunas Sputnik V, Lorenzo hizo referencia a declaraciones de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien al ser consultada el fin de semana sobre el arribo de los fármacos al país se limitó a responder “pronto”.
“La palabra pronto significa más angustia para la gente que está esperando y en algunos casos, muchos de ellos, ya pasaron los 90 días que la propia empresa Gamaleya decía que era el tiempo prudencial para la segunda dosis”, manifestó.
“Desorden”
Carmen es habitante de Petare, el barrio más grande del país ubicado en la periferia de Caracas. No estaba convencida de vacunarse, pero su empleadora le habló sobre la importancia de hacerlo.
No tiene computadora ni sabe manejar con destreza su teléfono inteligente, así que le pidió a su jefa que la inscribiera en el Registro Nacional de Vacunación que se ubica en la página del Ministerio de Salud.
Unas dos semanas después de haberse inscrito, Carmen recibió un mensaje en el que le indicaban que debía acudir a centro de vacunación, sin embargo, el mensaje de texto no especificaba hora ni dirección exacta, sólo el “nombre del sitio”. Le pidió a su empleadora averiguar la dirección “por internet”.
Finalmente logró llegar, pero una vez ahí le dijeron que no había vacunas.
“Es un desorden, fui y me dijeron que no había, para qué me mandan el mensaje si no hay. Además, no es cerca de mi casa. No me dijeron qué debo hacer, no he vuelto porque no he tenido tiempo, no sé si debo ir a otro sitio”, narra Carmen.
La vicepresidenta Rodríguez afirmó que Venezuela pasará a un proceso de “expansión” en la inmunización contra el COVID-19.
“Para tener un retorno a clases seguro en el mes de octubre como ya lo ha anunciado el presidente Nicolás Maduro. Durante el mes de agosto, lo que queda de agosto, septiembre, octubre, nosotros vamos a un proceso de intensificación del proceso de vacunación. Tenemos que llegar a inmunizar al 70% de la población, que es el objetivo. Tenemos las vacunas”, dijo la vicepresidenta el sábado en una transmisión del canal del Estado.
En varias ocasiones las autoridades venezolanas han asegurado que las sanciones impuestas por la comunidad internacional han dificultado el acceso a las vacunas.
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