Las dificultades para que las familias venezolanas puedan tener acceso al gas doméstico se acentúan y quedan en evidencia en las barriadas del país a través de largas filas de ciudadanos que esperan llenar las bombonas que les permitan cocinar. La situación fue debatida el martes durante la sesión virtual del Parlamento opositor, presidido por el presidente interino Juan Guaidó.
Legisladores de diversos estados aseguraron que la distribución del gas forma parte del mecanismo de control social del Gobierno en disputa y alertaron sobre la posibilidad de que el servicio sea dolarizado.
Hubo denuncias de diputados, como Cesar Alonso, que sostienen que en algunas zonas del país las bombonas de gas están siendo cobradas por hasta 19 dólares, en un momento en el que el sueldo mínimo es de apenas dos dólares.
El parlamentario José Lenardo Regnault resaltó que ante la escasez de gas, al menos cuatro millones de venezolanos se ven obligados a cocinar con leña.
“Como lo hacían nuestros antepasados, como lo hacían nuestros tatarabuelos pero en aquella época las casas estaban diseñadas para eso, los fogones estaban fuera de las casas, hoy no. Hoy esto genera un problema de salud pública y, sobre todo en momento, de pandemia", apuntó el parlamentario Regnault.
Lorena es habitante de Petare, el barrio más grande y uno de los más peligrosos de Venezuela, y relató a la Voz de América que en su comunidad, cada 15 días, pueden pasar hasta 3 días seguidos esperando que un camión llegue a reemplazar sus bombonas.
“Es espantoso, horrible porque bajamos con las bombonas y pasamos -pon tú- hasta mediodía y nos dicen: «no, el camión no viene». Subimos las bombonas, al otro día, otra vez", comenta la ciudadana.
Recientemente un funcionario del Gobierno en disputa aseguró que estaban evaluando nuevos costos para el gas domestico y sugirió la posibilidad de cobrarlo en dólares. De acuerdo al Observatorio Venezolano de Servicios Públicos sólo un 26% de la población tiene acceso a gas directo en sus hogares.